Y dos días después de las elecciones, Pedro Sánchez revela que elevará en 26.000 millones!!!!!! la presión fiscal, volviendo a mostrar sus mentiras previas al respecto (el asesor económico de Sánchez, Daniel Fuentes negó esto ante la advertencia de Daniel Lacalle (PP) por su intención de subir la presión fiscal en España varios puntos sobre PIB).
Por supuesto, no lo ha dicho abiertamente al electorado, sino que (no ha tenido más remedio) se ha descubierto al remitir su Programa de Estabilidad 2019-2022 a Bruselas.
Y que nadie piense ilusamente que dichas cifras saldrán de los "ricos" porque es sencillamente imposible (pero dicho discurso es el que se da para no espantar a votantes y porque forma parte de su discurso ideológico, por falso e inviable que sea, como ya se ve hoy en la estructura fiscal).
Y esto por supuesto, si cumple el déficit que plantea, lo cual no es creíble dada la desaceleración económica y las múltiples promesas de gasto (y pactos) y tendencia natural al despilfarro.
Artículo de Libre Mercado:
El Gobierno mantiene sus previsiones de crecimiento, pero estima que el paro no bajará del 10% hasta el año 2022, ejercicio para el que aplaza el lograr equilibrio presupuestario, ya que contempla un déficit del 2% este ejercicio, del 1,1% en 2020 y del 0,4% en 2021. La presión fiscal en el periodo se elevará en unos 26.000 millones de euros, hasta el 37,2%.
Así se desprende del Programa de Estabilidad 2019-2022 remitido por este martes por el Ejecutivo a Bruselas. Según recoge el documento, el Ejecutivo planea un aumento de la presión fiscal, de forma que se elevará del 35,7% de este año al 36,5% en 2020, para continuar subiendo al 36,9% en 2021 y cerrar el periodo en el 37,3% en el año 2022. Esto supone un alza de alrededor de 26.000 millones en el periodo.
Las proyecciones del Ejecutivo apuntan a que los ingresos públicos aumentarán y el gasto público se reducirá ligeramente hasta el 39%, y el 41% del PIB, respectivamente. Este esfuerzo de consolidación fiscal se mantendrá hasta el final del programa de Estabilidad, de modo que, en 2022, los ingresos públicos y el gasto público en términos del PIB se aproximarán al 41%.
De esta forma, con un gasto público del 41% del PIB, el Gobierno prevé aumentar el gasto solo una décima en protección social, hasta el 16,9% del PIB, y lo mantendrá en Defensa (0,9% del PIB), orden público y seguridad (1,8%), protección del medio ambiente (0,9%), vivienda (0,4%), salud (6%), actividades recreativas, cultura y religión (1,1%) y educación), en tanto que solo lo bajará en servicios públicos generales (5,4%) y asuntos económicos (3,6%). Para 2020 proyecta una reducción del gasto de tres décimas, hasta el 40,7%.
Retrasa el equilibrio fiscal
Respecto a la estrategia fiscal, asegura que "el esfuerzo de consolidación fiscal se mantendrá hasta 2022 mediante un conjunto de medidas fiscales cuya tramitación se encuentra en un estado avanzado", previéndose una progresiva reducción del déficit desde el 2,5% registrado en 2018 hasta el 2% en 2019, el 1,1% en 2020, el 0,4% en 2021 y una situación de equilibrio en 2022. Desde 2019 se registrarán superávits primarios, lo que permitirá acelerar el ritmo de reducción de la ratio de deuda pública sobre PIB, hasta situarse por debajo del 90% al final del horizonte de previsión.
En detalle, prevé que la ratio de deuda pública sobre PIB baje 1,2 puntos porcentuales este año, hasta el 95,8%, y continúe su reducción al bajar al 94% del PIB en 2020, al 91,4% en 2021 y al 88,7% en 2022, con una bajada total de 8,4 puntos porcentuales en cuatro años.
El paro no bajará del 10%
El Gobierno prevé que España siga registrando tasas de crecimiento y de creación de empleo superiores a las esperadas para el conjunto de la zona euro, pero más moderadas que en años anteriores, con un crecimiento del PIB para 2019 del 2,2%, del 1,9% en 2020 y del 1,8% en 2021 y 2022.
"Todo apunta a que España se mantendrá en una senda de crecimiento económico en los próximos años que tenderá a converger hacia la tasa de crecimiento potencial del 1,8%", asegura el Gobierno en el documento, en el que subraya que, además de lograr mantener una senda de crecimiento económico "financieramente estable", es preciso aprovechar la actual coyuntura económica favorable para "sentar las bases de un crecimiento inclusivo y sostenible a medio plazo desde el punto de vista medioambiental y social".
En línea con el crecimiento más contenido de la actividad, el Gobierno en funciones prevé que el ritmo de avance del empleo equivalente a tiempo completo se modere, situándose en el 2,1% en 2019 y ligeramente por debajo en el resto de ejercicios contemplados, y la tasa de paro continuará reduciéndose, hasta situarse en el entorno del 10% de la población activa en 2022, cifra no alcanzada desde principios de 2008.
Concretamente, estima que el empleo equivalente a tiempo completo crecerá un 2,1% este año, y se moderará al 1,8% en 2020, al 1,7% en 2021 y al 1,6% en 2022, de forma que la tasa de paro cerrará este año en el 13,8%, para disminuir progresivamente al 12,3%, al 11% y al 9,9% en los tres ejercicios siguientes. Respecto al alza del SMI, destaca que conlleva un aumento de las bases mínimas de cotización, con un impacto positivo estimado en 1.339 millones de euros.
Mochila austríaca
Junto al Programa de Estabilidad, el Gobierno ha remitido a Bruselas el Plan Nacional de Reformas, en el que se traslada a Bruselas estas medidas de los Presupuestos y las reformas y medidas previstas en la Agenda del Cambio aprobada por el Ejecutivo a principios de año.
Entre las medidas más destacadas figura la reducción del número de contratos a tres (indefinido, temporal estructural y formativo) y la puesta en marcha gradual de sistema de cuentas individuales de capitalización (mochila austriaca). Este fondo permitirá a los trabajadores hacer efectivo el abono de las cantidades acumuladas a su favor en los casos de despido improcedente, de movilidad geográfica, para el desarrollo de actividades de formación o en su caso jubilación.
Entre otros objetivos, el nuevo Plan Nacional de Reformas busca alcanzar los objetivos de la Agenda Europa 2020, entre los que figuran empleo para el 74% de las personas de 20 a 64 años, una inversión del 2% del PIB en I+D+i o reducir un 10% las emisiones de gases de efecto invernadero en sectores difusos respecto a 2005, así como aumentar el peso de las energías renovables al 20% del consumo energético total.
También recoge medidas para reducir el consumo primario de energía en un 20%, disminuir la tasa de abandono escolar temprano por debajo del 15% y lograr estudios terciarios para el 44% de las personas entre 30 y 34 años, al tiempo que reducir al menos en 1,4 millones el número de personas en situación o riesgo de pobreza.
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