Carlos Rodríguez Braun analiza el enunciado de El País, acerca de que "los derechos fundamentales no se votan" y la enorme hipocresía de quienes afirman esto y hacen absolutamente todo lo contrario en función de cuándo les interesa, o en función del "derecho" al cual pisotean sin el menor pudor cuando éste no les gusta o sirve para alcanzar un fin particular.
Y estamos absolutamente rodeados en nuestra vida diaria de estas tropelías. ¿Quién decide qué derechos se pueden votar y cuáles no? ¿quién decide cuál es fundamental y cuál no? ¿y qué pasa cuando un derecho está en contradicción con otro? ¿Cuál prevalece? ¿Es un derecho fundamental aquél que requiere la violación de otros derechos fundamentales?
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