viernes, 25 de diciembre de 2015

Ahora la igualdad es facha

Daniel Rodríguez Herrera analiza el repulsivo y demagógico empleo de las victimas (a la que se han sumado todos los partidos para subirse al carro de lo políticamente correcto) para dilapidar a cualquiera que osa criticar la discriminatoria y bochornosa ley de Violencia de Género (en este último caso, a una política de Ciudadanos).

Y efectivamente lo más vergonzoso ha sido la bajada de pantalones ante la dictadura del género de la previamente valiente mujer que se atrevió a criticar dicha injusticia...


Artículo de Libertad Digital:

Le puse poca atención al debate multitudinario de anoche. Pero una de las pocas cosas que oí, y de la que me alegré en Twitter, fue la excelente intervención de Marta Rivera de la Cruz, de Ciudadanos, sobre la discriminatoria Ley de Violencia de Género que padecemos en España. Dijo lo que no se puede decir en España, que "es tan grave que un niño vea cómo su padre mata a su madre que que vea cómo su madre mata a su padre". Y que, por tanto, ambos crímenes deberían tener la misma pena. Algo de sentido común, que para la mafia de lo políticamente incorrecto es facha.

Una mafia a la que, de forma nada sorprendente, se ha sumado el PP. Si ya echó por el retrete a las mismas víctimas del terrorismo con las que se había manifestado, ¿por qué no ceder también en esto? Fue el único partido que balbuceó alguna objeción a la discriminación que sufrimos los hombres por el único hecho de serlo. Lo llamó "sexismo penal" y todo. Y la misma persona que dijo esas dos palabras en el Parlamento, ahora que come de la industria de género ha preferido cargar contra Ciudadanos usando como argumento las "750 mujeres asesinadas en diez años".

Si estas palabras de Susana Camarero fueran algo más que un uso repulsivo y demagógico de las víctimas, significarían exactamente lo opuesto de lo que pretende. Han aprobado una ley que permite meter en el calabozo a un hombre sólo por la palabra de una mujer, antes aun de comprobarse si existen los más mínimos indicios de delito. Que le da a las mujeres un arma brutal durante el divorcio, un arma tan decisiva que sólo mencionarla basta para que los futuros exmaridos, aconsejados por sus abogados, se plieguen a lo que sea. Y que no ha servido para reducir los asesinatos de mujeres. Es una ley injusta, discriminatoria y que no sirve para su objetivo declarado. Pero cuestionarla está prohibido.
Sus defensores acuden a que la discriminación santificada por esa ley se debe a la existencia de una "violencia machista" que hay que erradicar. Es decir, que los hombres matan a las mujeres porque son machistas y se creen superiores a ellas... y sólo por eso, ya que la ley discrimina a los hombres por ser hombres sin entrar en los motivos que los mueven.

Aunque no está claro, parece que la trágica muerte de una mujer y sus dos hijas en Gerona ha sido un "suicidio ampliado". Es decir, que la madre lanzó a sus hijas por el balcón de un decimotercer piso antes de tirarse ella. Según una psicóloga consultada por El Periódico, en estos casos la persona percibe que la vida es tan insoportable que, "en un último acto de amor", decide "terminar con otros seres queridos antes de suicidarse". Es decir, que incluso en algo tan horrible pueden encontrarse explicaciones psicológicas complejas y dolorosas. Pero si un hombre agrede o mata a su pareja no hay complejidad que valga. En ese caso sólo puede ser por machismo.

Para justificar sus desmanes, la ideología de género, como tantas otras han hecho antes, ha sustituido el mundo real por un molde en el que encaja todo. Y fuera del feminismo fanático, minoritario entre la gente común pero omnipresente en la política y los medios, existe un consenso transversal compartido por hombres y mujeres de todo el espectro político contra esa visión. Pero ni el bipartidismo ni obviamente Podemos puede representarlos. Ciudadanos ha asomado la patita y Marta Rivera lo ha hecho llegar a los oídos de todos los españoles que estén atentos a la campaña. Sin embargo, el mismo partido que se dedicó a zampar bollos en masa cuando un concejal del PP faltó a Villacís, ahora ha reculado miserablemente: me ha dado vergüenza ajena escuchar a la misma Marta Rivera en En Casa de Herrero: ayer valiente, hoy bajándose los pantalones. Así que seguirá en pie el consenso contra los hombres.

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