viernes, 16 de diciembre de 2016

El plan de préstamos a los estudiantes de Trump trata los síntomas, no la enfermedad

Excelente análisis de Blaine Conzatti sobre la propuesta de Trump al respecto de la educación superior en EEUU, que es un simple parche que intenta mitigar los lamentables efectos de la intervención pública, pero no su causa. Y aunque pueda ganar apoyo de la gente en el corto plazo, no afronta las verdaderas causas del problema y de la burbuja educativa de costes educativos y morosidad en préstamos en el país. 

Una burbuja de costes educativos y deuda creado y que es creciente debido a los perversos incentivos de la Administración que inflan la demanda (y por tanto los precios) y que no desincentivan a actuar bien y controlar los costes y el riesgo crediticio a la oferta (universidades, administración pública y bancos).

Conzatti explica los motivos de por qué son tan altos los precios de la educación en EEUU y quién es el responsable de ello, y cuáles son las consecuencias del sistema actual y de la propuesta de Trump.

Artículo del Instituto Mises: 
En una etapa de su campaña en Columbus, Ohio, un mes antes del día de las elecciones, Donald Trump compartió su plan para ocuparse de las crecientes preocupaciones de los votantes acerca de la deuda de los préstamos a estudiantes.
El plan de liquidación de préstamos a estudiantes de Trump llegó al final del ciclo de la campaña, mucho después de que el senador Bernie Sanders y la secretaría Hillary Clinton presentarán sus planes respectivos y en ambos habría habido una mayor intervención pública en la educación superior, distorsionando más los ya enrevesados mercados de préstamos a la educación y los estudiantes.
En el momento de su discurso, la propuesta de Trump parecía probable que ganara el apoyo de los votantes, especialmente entre los millenials preocupados por la asequibilidad de la universidad y los crecientes niveles de deuda de los préstamos a estudiantes. En 1980–2014, el precio de acudir a la universidad aumentó en casi un 260%. El total en los préstamos estudiantes se acerca a los 1,25 billones de dólares y más del 43% de los antiguos estudiantes que tomaron prestado del gobierno federal están en morosidad, retrasados en sus pagos o no están pagando sus préstamos federales a estudiantes.
Los defensores del libre mercado habían esperado que las propuestas de Trump atacaran constructivamente las causas de la burbuja de los préstamos a estudiantes. Sin embargo, no fue así. Por contrario, el plan de Trump muestra más similitudes con los planes alternativos presentados por Obama, Clinton y Sanders de lo que a muchos conservadores les gustaría admitir.
Calificado como “el plan de pago de préstamos a estudiantes más liberal desde el comienzo del programa de ayuda financiera federal” por The Washington Postla propuesta de Trump limitaría el pago al 12,5% de la renta discrecional del prestatario. Además, el resto de la cantidad del préstamo al estudiante sería perdonada después de que realizara sus pagos completos durante 15 años. Aunque es posible que Trump haya considerado restaurar el sistema anterior a 2010, en el que los bancos privados (en lugar del gobierno) emiten préstamos a estudiantes, dichos préstamos serían estando subvencionados y garantizados por el gobierno federal, eliminando mucho del riesgo que incentiva a los bancos a dedicarse a préstamos prudentes y sostenibles.

Por qué son tan altos los costes universitarios

La economía básica nos ayuda a predecir cómo afectaría el plan de préstamos a estudiantes de Trump a la economía su conjunto y al bienestar financiero de las personas. En cualquier momento concreto hay una cantidad limitada de fondos disponibles en los mercados de capital. Este capital puede dirigirse hacia multitud de usos alternativos (préstamos al hogar, préstamos automóvil, préstamos a empresas, etc.). Pero el gobierno estimula artificialmente la demanda de los préstamos a estudiantes cuando interviene en el mercado permitiendo a los prestatarios estudiantes devolver menos que el balance de su préstamo. Además, cuando se subvencionan los préstamos a estudiantes (como pasa hoy) la demanda es mayor (y por tanto, los precios son más altos) de la que hubiera sido en caso contrario. Esta demanda de préstamos a estudiantes desplaza al capital lejos de usos alternativos, haciendo más difícil a familias y empresas recibir préstamos para otros fines importantes.
Además, el coste del plan de Trump para los contribuyentes sería excesivo. El gobierno federal (y por extensión, las generaciones actuales y futuras de contribuyentes) sería responsable de pagar el remanente de la deuda de todos los préstamos a estudiantes después de que estos se perdonaran. Las universidades se harían todavía más ricas, recibiendo miles de millones de dólares al redistribuirse la riqueza de los contribuyentes estadounidenses a sus instituciones de enseñanza superior.
A la vista de una mayor demanda de préstamos a estudiantes, salvo que la oferta mantenga el ritmo de la demanda, los precios aumentarán inevitablemente. Millones de estudiantes se han visto perjudicados con niveles previamente inimaginables de deuda de préstamos a estudiantes, necesaria para financiar una educación que se ha hecho artificialmente cara debido a la intervención pública.
Si Trump hubiera estado sinceramente preocupado acerca de la asequibilidad de la universidad y de la burbuja de préstamos estudiantes que basta ya pronto, su plan habría eliminado totalmente el sistema federal de préstamos estudiantes. Como predecía Jason Morgan en su reciente artículo para Mises Wire: “Sin la demanda artificial generada a través de subvenciones financiadas por los contribuyentes, las universidades se verían forzadas a rebajar sus precios de matrícula para atender lo que los estudiantes y sus familias pueden y están dispuestos a pagar. La nueva realidad obligaría a las instituciones de educación superior a adaptarse a las necesidades de los estudiantes”.
En lugar de ocuparse de la causa subyacente del problema (es decir, el coste inflado de la educación resultante de las subvenciones federales a esta), la propuesta de Trump tratar de mitiga los lamentables efectos de la intervención pública en el mercado de los préstamos a estudiantes perdonando la deuda a millones de profesionales que trabajan.
Aunque la propuesta de Trump podría hacerle ganar puntos políticos entre los millenials atrapados con una cantidad excesiva de deuda en préstamos a estudiantes, indudablemente no tiene un buen sentido económico. Podríamos sentirnos momentáneamente mejor si nuestros pagos de préstamos estudiantes se redujeran y se perdonaran nuestros balances, pero todos seríamos más pobres debido a ello.

El artículo original se encuentra aquí.

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