jueves, 9 de marzo de 2017

El papel de los ricos en el crecimiento económico

Droblo analiza el papel de los ricos en el crecimiento económico, la anticuada y errada creencia al respecto de los mismos y de la riqueza que se mantiene en el imaginario colectivo (y se alienta por demagogos), cómo ha evolucionado ésta y qué sistema permite el crecimiento y contra qué es lo que hay que luchar realmente. 

Hay ideas que aunque haga siglos que hayan perdido su vigencia, siguen en el imaginario colectivo y no hay forma de erradicar como la de que la economía es un juego de suma cero: lo que gana uno, lo pierde el otro, si somos 100 y hay 100 peras, si uno acumula dos, alguien se queda sin fruta… Pero la economía ha demostrado hace mucho que no es así, es un error de concepto que es fácilmente demostrable con las cifras. Estamos en un planeta en el que no deja de crecer el PIB porque somos más y más productivos y en el que la mejora del nivel de vida de la Humanidad ha continuado incluso tras la crisis actual y el crecimiento demográfico. Como esto ha sido, como vimos hace unos días, con un paralelismo entre mayor demanda y mayor oferta, es decir, crecimiento del consumo, ha supuesto un desgaste de muchos recursos del planeta y puede que eso lo paguemos en el futuro -de eso trataremos otro día- pero de momento la tendencia es positiva. Sobre todo se lo debemos a la tecnología, hasta la Revolución Industrial sólo los descubrimientos geográficos y el comercio habían conseguido impulsar, pero muy lentamente y en países muy concretos, el avance económico. Desde entonces la creación de excedentes ha logrado que, a pesar de que somos más habitantes que nunca, la calidad de vida media del conjunto nunca haya sido tan buena.
Y el sistema que hemos usado para ello ha sido el respeto a la propiedad privada. En el pasado se han intentado otros caminos diferentes al actual y su resultado ha sido peor. Quizás el mejor ejemplo sea el de China: intentaron durante décadas la opción de la propiedad comunal y fue un desastre, empezaron a permitir la propiedad privada y automáticamente se volvieron más productivos, luego se abrieron al comercio global dejando entrar al capital extranjero y el resultado es que nunca han vivido mejor. Y por cierto, nunca han tenido tantos millonarios pero esos millonarios en su camino a su propia riqueza, han creado riqueza a su alrededor. Por desgracia la demagogia vende mucho y puesto que somos mayoría los no millonarios, está muy extendida la idea de culpar de nuestra falta de riqueza a quien sí la tiene
Pensando así, muchos creen que los ricos lo son porque crean pobreza. Y es que en una economía cerrada, que no crece, la existencia de ricos provoca más pobres porque sólo hay una limitada porción de riqueza que repartir (como en el ejemplo de las peras). En la Edad Media donde había un estancamiento tanto tecnológico como comercial y donde la posesión de tierra era casi el único bien productivo, un acaparamiento de ésta por determinados linajes generaba miseria. Todo eso cambió primero con el comercio, los descubrimientos, los avances tecnológicos etc. pero el aceleramiento llegó, como vimos hace algunas semanas, con la Revolución Industrial. Y en la actualidad sabemos que en la mayoría de los casos la creación de riqueza por una persona no sólo no causa pobreza a nadie sino todo lo contrario. A día de hoy la mayoría de los ricos no lo son por herencia sino que lo consiguen con su trabajo y en su progresión mejoran la sociedad donde viven de diversas maneras: creando empleos, proporcionando productos que gustan a los consumidores y pagando muchos impuestos tanto directamente como por lo que su actividad económica indirecta genera.
Ejemplos hay muchos pero podemos elegir a los creadores de Google: han ofrecido un producto que a los consumidores nos encanta, han contratado a muchos empleados, han aumentado la riqueza de los que confiaron en ellos (los accionistas de su compañía), indirectamente han mejorado y propiciado muchos negocios (desde tiendas que han conseguido visibilidad gracias al buscador a blogs que consiguen ingresos con su servicio de publicidad pasando por lo que ha ayudado a estudiantes, periodistas etc. ahorrando tiempo en la búsqueda de información y fuentes) y han pagado impuestos. Y no sólo directos, también de toda la actividad económica y empleos indirectos que crean. ¿Ellos se han hecho muy ricos? Por supuesto, ¿Su riqueza me ha hecho más pobre? No, todo lo contrario: Su riqueza ha generado más riqueza.
Por desgracia, y aunque son minoría, aún hay demasiados ricos que lo son gracias a desgracias ajenas. Y los hay que consiguen su fortuna con actividades ilegales aunque no todo lo ilegal es tan dañino como muchas actividades legales que no son nada éticas. Todo eso hay que combatirlo y sin embargo, muchos están empeñados en meter a todos los ricos en el mismo saco cuando no es cierto. Uno no se hace malo ni daña a la sociedad cuando gana la Loto o cuando su negocio triunfa o cuando un talento especial le lleva a ser un deportista o un cantante muy bien pagado, ni siquiera cuando hereda de su familia. Sin embargo, uno de los peores tipos de ricos es demasiado habitual en España y son los que se lucran con la corrupción política (tanto empresarios como políticos): primero porque roban dinero que es de todos y segundo porque al hacerlo contaminan la gestión política y perjudican el buen gobierno, es decir, destruyen riqueza creando la suya. Ojalá podamos erradicarlos.

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