miércoles, 2 de enero de 2019

Acusa, que algo queda

Al expone el reciente caso de bochornosa denuncia falsa múltiple contra Morgan Freeman, que se ha demostradoun fraude, y que ha evitado denunciar (por diversas razones, lo que conlleva como en otros muchísimos casos que no se contabilice como denuncia falsa). 
Es otro ejemplo (ya demostrado en distintos artículos de dónde sale tal cifra) de la falacia de que no existen (o es prácticamente inexistente) denuncias falsas, y de las dañinas consecuencias que se pretenden imponer por parte de la perversa ideología de género, de la destrucción de la presunción de inocencia y las consecuencias (chantaje, incitación a mentir para obtener múltiples privilegios...) y caza de brujas que puede llegar a imponerse. 
Pero ojo, que quien esté en contra de aberraciones jurídicas tales es un (puede ponerse aquí cualquier epíteto denigrante). Pero quien lleva a cabo, estimula y provoca tales atrocidades jurídicas (que es a quien habría que adjudicarle dichos epítetos) se trata de presentar como alguien moralmente superior o en defensa de ciertas personas (lo cual es también manifiestamente falso y fácilmente desmontable). 

Artículo de PlazaMoyua: 
morgan-freeman
Hace unos meses leíamos en un periodico que el actor Morgan Freeman era acusado de acoso sexual por ocho mujeres. Así, sin matices ni dudas. La reputación de este gran actor quedaba por los suelos.
Hoy leemos en el mismo periódico que as acusaciones de acoso contra Morgan Freeman quedan en nada, ¿quién restituye ahora su reputación?
Una periodista de la cadena CNN fabricó evidencias para acusar a Freeman, según publica el portal web ‘Red Etica’
Nos cuentan ahora como un grupo de 16 personas, tanto hombres como mujeres, acusaron en verano de comportamiento indebido que derivaba en acoso. Meses después, la acusación se ha diluido. Ni ha intervenido la justicia en el asunto ni han surgido nuevas pruebas concluyentes contra el actor. De hecho, en su caso se ha hablado de fraude periodístico. En un artículo publicado por el portal Red Etica de la Fundación de Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, se describe cómo una periodista de entretenimiento de la cadena CNN, Chloe Melas, fabricó evidencias para acusar a Freeman. “Todo fue un fraude de una reportera racista de CNN”, asevera Tomoo Terada, escritor y autor del artículo.
El texto afirma que de las 16 personas que acusaron al actor, 14 eran anónimas, y que posteriormente dos de esas fuentes confirmaron que nunca tuvieron problema alguno con el actor de 80 años. A Freeman lo acusaron de hacer sentir incómodos a hombres y mujeres con sus comentarios, y de tocarle la espalda y los hombros a algunas mujeres sin permiso.
Aunque Freeman exigió una disculpa y que CNN se retractara, la cadena se ha mantenido firme en su relato.
Casi con seguridad y como ocurre habitualmente, Morgan no entrará a pleitear contra la periodista, una forma de seguir inmerso en la publicidad negativa y que las y los feminazis le sigan poniendo a parir, y así nuestro ministerio fiscal español podrá seguir alardeando de que no hay prácticamente denuncias falsas porque solo el 0,01 de las denuncias por acoso acaban siendo declaradas falsas.
La Fiscalía detalla que, de las 1.055.912 denuncias por violencia de género que se pusieron entre 2009 y 2016, se incoaron 194 causas por denuncias falsas suponiendo un 0,18%. De ellas sólo han resultado en condena 79 (el 0,0075%) y, si se les suma las 110 causas en tramitación -pendientes de fallo-, el porcentaje sería del 0,01%, señala la Fiscalía.
Y como no hay denuncias contra las falsas denunciantes, deducimos que NO HAY DENUNCIAS FALSAS y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Y no se te ocurra protestar,
que machista te harán llamar.
Original en el blog de Al:

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