sábado, 12 de diciembre de 2015

Ejemplo de deleznable adoctrinamiento en la educación española y su refutación

Espectacular ejemplo de adoctrinamiento socialista en los institutos de España.


La manipulación, ignorancia, engaño y dogmatismo que se desprende de la página es de órdago.

Normal que el socialismo esté instaurado en todos los partidos, y el Estado intervencionista haya monopolizado la educación bajo distintas formas y medios.

Es la mejor forma de controlar a sus ciudadanos bajo el status quo, ideologizarlos bajo sus preceptos, crear adeptos y futuros votantes y mantenerlos bajo la dependencia del creciente poder político y los "intereses de Estado".

El texto daría para una amplia réplica, pero me referiré brevemente a cada uno de ellos para no extenderme demasiado.

Primero, neoliberalismo no es economía de mercado global propiamente dicho, al menos de economía libre, o si se pretende asociar al término liberalismo, que es al que se pretende asociar, pues lo que llaman neoliberalismo hay que asociarlo a proteccionismo, corporativismo, aumentos del tamaño estatal y de impuestos, al intervencionismo...hechos totalmente contrarios al liberalismo y a la economía de mercado propiamente dicha.

Dejando claro este hecho, comienzan las estupideces y mentiras sin base alguna (de hecho, los hechos y la evidencia empírica indican justo lo contrario).

-Desigualdades. Es justo lo contrario. Lo que permite la economía de mercado es la extensión y la homogeneización económica y del conocimiento y capital entre las distintas regiones, permitiendo el desarrollo y el acceso a bienes imposibles de otra manera, producidos en otros lugares del mundo y elevando la velocidad del crecimiento en las regiones no desarrolladas. De hecho, los datos muestran cómo el desarrollo de los emergentes que se abren al mercado es mucho mayor que la de los países desarrollados, permitiendo reducir las desigualdades económicas entre ellos y el incremento del bienestar (vía tecnología, avances médicos, inversiones extranjeras...) en las regiones que permiten el comercio. La evidencia empírica muestra de hecho que la desigualdad global se ha reducido en las últimas décadas, y la desigualdad donde se ha podido incrementar es dentro de algunos mismos países (China por poner un caso).

Por lo tanto, esto favorece a la mayoría, al tercer mundo y a la periferia también.

De hecho se demuestra que aquellos que más se abren al mercado (apertura y libertad económica) crecen y progresan a todos los niveles en mayor medida. El ejemplo del sudeste asiático, en contraste con África es bien patente.

-Modelo de desarrollo negativo. Es justo lo contrario. La economía de mercado demuestra algo irrefutable. Desarrolla y hace salir de la pobreza extrema a aquellos países que la adoptan. Solo hay que ver los indicadores de ranking de países por libertad económica para ver el desarrollo y contraste con los países de menor libertad económica.

La exclusión se produce precisamente donde no hay mercado ni libertad económica, pues no se permite la especialización internacional del trabajo, el crecimiento de la eficiencia y productividad y por tanto de la producción y el crecimiento que permite producir y satisfacer la necesidades de las personas y la obtención de un patrimonio y recursos básicos para vivir con mayor calidad de vida y bienes. Son dichos países los que más personas excluidas poseen precisamente y las que provocan las migraciones por la pocas oportunidades de progreso hacia regiones precisamente donde el mercado está más desarrollado y mayor libertad económica (muy ligada a la libertad política) hay. La cuestión de la degradación medioambiental es la otra pata falsa. Precisamente en aquellos países con mayor libertad económica y más ricos es donde se permite una mayor capitalización de la economía, mayor inversión y recursos para la investigación y el desarrollo tecnológico (correlación enorme con la libertad económica y el respeto de la propiedad privada y el incentivo al progreso personal). Son dichos países y dicho mercado abierto el que permite las economías de escala, y la mayor eficiencia energética y productiva, y dedicar más recursos a la conservación medioambiental y a las energías limpias. De hecho, basta mostrar un sencillo ejemplo para observar cómo los mayores desastres medioambientales de la historia se han dado precisamente en economías más contrarias al mercado, como las dictaduras comunistas (como el caso Chernóbil o la extinción del mar de Aral en la URSS).

-Discriminación. Es justo lo contrario. La discriminación de género se produce fundamentalmente y en mayor proporción en economías y culturas atrasadas, menos abiertas y con menos posibilidades económicas. Precisamente en economías más de mercado, los derechos de las mujeres y la igualdad entre el hombre y la mujer es evidente (no solo la legislativa). Por cierto, las medidas de discriminación positiva lejos de solucionar el problema, lo agravan por distintos motivos (excelente la obra de Thomas Sowell, "La discriminación positiva en el mundo" para profundizar en el tema de la discriminación positiva en cualquier ámbito). De igual manera sucede con la discriminación étnica, que viene además impuesta en muchas ocasiones por leyes e intereses económicos defendidos e impuestos por legislación (más Estado y menos mercado). Más contacto y comercio (mercado) entre la gente del mundo (intercambios voluntarios y mutuamente beneficiosos entre las partes) lleva a mayor mezcla de las gentes, menor miedo al extranjero, más respeto y conocimiento de otras culturas y mayor interés en unir por cosas comunes que en separar por diferencias (de hecho es una evidencia que donde hay acuerdos comerciales entre las partes, las guerras son infinitamente menores), lo contrario a lo que ocurre cuando se da proteccionismo económico y nacionalismo (y el siglo XX es una muestra evidente del error que muchos pretenden repetir). Como ya dijera el célebre Bastiat, "si los bienes no cruzan las fronteras, los ejércitos lo harán".




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