Jorge Vilchez y Almudena Negro muestran cómo el neoliberalismo, tan empleado hoy por los enemigos de la libertad es empleado como un muñeco de paja contra al que achacar precisamente los propios errores cometidos.
Y es que si hay algo que es el neoliberalismo, es No-liberalismo...
Artículo de La Razón:
(En la imagen, Alexander Rüstow)
En el verano de 1938 se reunieron en París Friedrich von Hayek, Ludwig von Mises, Raymond Aaron, entre otros liberales, en lo que se llamó “Coloquio Walter Lippmann”.
Con el propósito de encontrar una vía entre los colectivismos fascista y comunista y el liberalismo, el sociólogo y economista Alexander Rüstow propuso adoptar el neologismo “neoliberalismo”.
¿Saben a qué se refería Rüstow? A la economía social de mercado, más conocida como... ¿lo adivinan? ¡Socialdemocracia!
Los liberales lo rechazaron de plano -y lo siguen haciendo hoy en día-.
¿Conocen a algún liberal que se defina como neoliberal?
Mises lo utilizó, además, para designar a los socialistas que se hacían pasar por liberales.
Así pues, queda clara la cosa: son los enemigos de la libertad los que utilizan dicho término, y llaman neoliberalismo a intentar arreglar los desaguisados que comete la socialdemocracia. Cuando se acusa a un país de tomar propuestas liberales para salvar su economía es que anteriormente ha habido un fracaso socialdemócrata.
Por tanto, cada vez que los oigan hablar de neoliberalismo, recuerden, están hablando de sus propios fracasos.
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