martes, 26 de junio de 2018

A menor presión fiscal, menos economía sumergida: Extremadura es la región más opaca

Patricia Malagón muestra, a raíz del último informe de Funcas la economía sumergida en España y cómo ésta es incrementa conforme los impuestos son más altos, mostrando la divergencia entre las Comunidades Autónomas de mayores y menores impuestos. 

Artículo de Libre Mercado:
José Luis Ábalos y Guillermo Fernández Vara, presidente de Extremadura | EFE
Unos 70.000 millones de euros. Esa es la cifra que, según Funcas, deja de recaudar Hacienda debido a la economía sumergida, cuyo volumen supera el 22% del PIB, de modo que se pierde el 17% de la recaudación como proporción del gasto público, cifra equivalente al 6% del PIB nacional. El mismo documento señala que el fraude fiscal es de un 20% en el IRPF y de un 35% en el IVA.
Pero lo más curioso surge cuando se comparan los impuestos existentes en cada comunidad autónoma y el fraude fiscal que se da en cada región. Cuantos más altos son los tributos, mayor es el fraude, y viceversa. De esta manera, Madrid es la autonomía con los impuestos más bajos y al mismo tiempo donde menos se defrauda al Fisco. En el caso del IRPF, la capital aplica los tipos más bajos en todas las rentas. Lo mismo ocurre con el impuesto sobre el patrimonio -bonificado al 100% -o con el tributo de transmisiones y actos jurídicos documentados-.
Por su parte, Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha son las tres regiones donde el fraude es mayor. En Madrid, la economía sumergida supone un 16,2%, mientras que en las tres comunidades socialistas mencionadas supera el 27% e incluso el 29% en el caso de Extremadura.
Por otro lado, cabe destacar el aumento del fraude fiscal en los últimos años. En 2008, la media nacional era del 14,3%, pero en 2012 llegó a tocar el 23%. El motivo es bastante simple: en 2008 el IVA era del 16% y en 2012 del 21%. Esto demuestra, una vez más, que a más impuestos, más incentivos para defraudar.

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La enorme diferencia entre Madrid y Extremadura

El IRPF es el tributo más importante en manos de las comunidades autónomas. Precisamente por eso se observan diferencias importantes entre las dos regiones con menor y mayor fraude. Con una renta de 30.000 euros al año, un ciudadano extremeño pagaría 5.026 euros, mientras que en Madrid la factura se reduce a 4.829, una diferencia de 197 euros. Y en el caso de las rentas más altas, aquellas que superan los 600.000 euros anuales, un madrileño paga 21.636 menos que un extremeño.
En el impuesto sobre el patrimonio, una persona que viva en Getafe no pagaría absolutamente nada por su riqueza patrimonial. Sin embargo, en Extremadura tendría que abonar 59.919 euros si el patrimonio supera los 4 millones y 418.155 euros si supera los 15 millones. Lo que provoca esto es que en Madrid se acumula mayor cantidad de riqueza por las buenas condiciones fiscales.
En cuanto a sucesiones, Extremadura se mantiene más o menos igualado con Madrid, pero en Donaciones la diferencia es muy elevada. En el caso de una donación que supere los 800.000 euros, se pagan 190.000 en Cáceres y 2.000 euros en la capital de España. Si en Badajoz se realiza la transmisión de un inmueble valorado en 450.000 euros, se pagan 10.800 euros más de lo que se pagaría en Madrid. En el caso de comprar una casa nueva, de 450.000 euros, en la capital se grava con 3.375 euros y en Extremadura con 6.750.

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