Es el maravilloso mundo de la política y de los sucios medios de comunicación vendidos a la ideología y los intereses políticos.
Lo que importa no es la objetivididad, no es la verdad, y desde luego no es lo el sujeto o el supuesto sufrimiento por el que al parecer se echan las manos a la cabeza.
Todo esto, es una mera mascarada, una trampa para utilizarla en su objetivo prioritario, que no es otro que el poder, los intereses personales o la afinidad al mismo.
Manipular, mentir, y crear una falsa imagen de algo con la idea de remover conciencias y crear odios viscerales sobre el rival político, a la vez que se impone el máximo de lo silencios con esos mismos hechos (es más con hechos más graves, o pertenecientes a otros momentos en los que interesaba no decir nada) cuando los lleva a cabo el de tu cuerda.
Por supuesto, mientras todo eso acontece, no falta las continuas (e hipócritas) lecciones morales, que no hacen más que evidenciar la precisamente falta de moral de quien las hace, y la enorme disonancia cognitiva que padecen.
Trump, por supuesto, es criticable por muchas cosas (y yo soy el primero que lo he hecho con numerosos artículos), e igualmente puede no serlo por otras. Lo que es evidente, es el enorme sesgo y tendenciosidad con la que es tratado (con evidente intención), y que nunca ha llegado a tal nivel en la historia de EEUU.
"Extracto del programa Reality Check sobre la actual polémica sobre la separacion de familias y el trato a niños parte de la inmigracion ilegal a los Estados Unidos. Dejando expuesta la doble moral y el doble rasero de la izquierda."
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