Elentir analiza el cinismo e hipocresía de PSOE y Podemos respecto a la libertad de expresión y la tolerancia a ideas discrepantes.
Artículo de Contando Estrelas:
El pasado sábado se celebró en Alcobendas (Madrid) una mesa redonda sobre la custodia compartida. Durante el acto se pidió la derogación de la Ley de Violencia de Género.
Criticar una ley es un derecho, y criticar ciertas leyes es una necesidad
Hasta aquí nada anormal en un país democrático. O bueno, sí que lo hay: en una democracia una ley no debe discriminarte por tu sexo, algo que viola abiertamente el Artículo 14 de la Constitución. En una democracia tampoco debería ser admisible una ley para violar el derecho a la presunción de inocencia, amparado por el Artículo 24 de nuestra Carta Magna. En un país democrático una ley no debe prejuzgar a los acusados sobre premisas ideológicas muy discutibles, afirmando que todo maltrato entre pareja es una “manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres”. Y desde luego una ley no debe desamparar a las víctimas de la violencia doméstica cuando la agresora es una mujer. Hace falta una ley que ampare a todas las víctimas de la violencia, sin distinciones de sexo, sin prejuzgar a los acusados y sin violar sus derechos constitucionales. Pero el feminismo izquierdista no quiere una ley justa y democrática: quiere una ley que genere odio hacia el hombre, que le ayude a promover su guerra contra el sexo masculino.
Socialistas y podemitas demuestran su intolerancia hacia la discrepancia
Criticar una ley que incurre en las citadas injusticias no sólo es un derecho, sino también una necesidad moral. Pero se da la circunstancia de que esa ley injusta y discriminatoria fue hecha por el PSOE y es apoyada por Podemos. Se trata de dos partidos políticos que se han dedicado a criticar todo tipo de leyes. Por supuesto, están en su derecho. Lo curioso del caso es que ambos partidos no toleran que nadie critique las leyes que a ellos les gustan. A modo de ejemplo, el PSOE ha criticado que el ayuntamiento “permita actos que cuestionan la Ley contra la Violencia de Género”, como si un gobierno municipal tuviese autoridad para prohibir un acto porque en él se pida la derogación de una ley. A estas críticas se ha unido Podemos, algo nada extraño si tenemos en cuenta que el partido de ultraizquierda apoya a una dictadura como la venezolana. Por lo visto, en el PSOE y en Podemos no se han leído el Artículo 20 de la Constitución, que ampara la libertad de expresión y prohíbe la censura previa. Criticar una ley forma parte del derecho a la libertad de expresión en cualquier país democrático. De hecho, un país en el que no se puede criticar una ley es cualquier cosa -una dictadura socialista, por ejemplo- menos una democracia.
Hace sólo un mes PSOE y Podemos apoyaron legalizar los ultrajes a España y la apología del terrorismo
Lo curioso del caso es que precisamente sean el PSOE y Podemos quienes se muestra intolerantes ante el derecho a criticar leyes. Hace un mes, el PSOE apoyó una propuesta de Podemos para legalizar los ultrajes a España y la apología del terrorismo. La propuesta también incluía legalizar las amenazas a las Fuerzas de Seguridad y a las Fuerzas Armadas y las vejaciones a los creyentes. Es decir, que los mismos que no toleran que se critiquen sus leyes favoritas, son los que sí admiten que se insulte a España, se ensalce a terroristas y se amenace a policías y militares. Con estos posicionamientos, la izquierda española está dejando muy claro cuál es su modelo de sociedad. No un modelo democrático, por supuesto. Lo que quieren es un régimen en el que ellos puedan hacer y decir lo que les dé la gana, incluso las mayores infamias, y los demás no podamos abrir la boca. Lo mismo que pasa en dictaduras socialistas como Cuba, Venezuela o Corea del Norte.
¿Por qué un hombre tiene que ocultar su rostro para poder opinar en libertad?
Podemos es un partido que ha apoyado abiertamente a un concejal condenado por agredir a una embarazada y que ha apoyado a los salvajes que dieron una paliza a dos mujeres y a sus parejas en Alsasua. El PSOE es un partido que mantuvo durante años en su cargo a un diputado condenado en 1992 por agredir a su esposa. Que estos partidos se presenten como defensores de las mujeres es el colmo del cinismo. Pero más indignante aún es que el PSOE se queje de que uno de los ponentes de esa mesa redonda iba encapuchado. Se trataba de “Un Hombre Blanco Hetero”, un youtuber que se ha hecho famoso por su ingenio para cuestionar la ideología de género. Lo que debería preguntarse el PSOE no es por qué había un hombre encapuchado en esa mesa. Lo que debería preguntarse es por qué un hombre tiene que ocultar su identidad para poder expresarse en libertad, pues ese youtuber ha recibido muchas amenazas de muerte precisamente por discutir las mismas tesis ideológicas que promueve el PSOE. Pidan a sus colegas de ideología que dejen de amenazar y de agredir al que discrepa, y ese hombre no tendrá que ocultar su rostro por miedo a que le partan la cara por decir cosas que son del todo legítimas.
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