martes, 5 de junio de 2018

España sube hasta el puesto 60 en el Índice de Libertad Económica

Diego Sánchez de la Cruz muestra los resultados del ranking del último Índice de Libertad Económica en el mundo. 
Artículo de Libre Mercado: 
Hong Kong corona el Índice de Libertad Económica | Cordon Press
Un año más, Hong Kong corona el Índice de Libertad Económica. El documento elaborado por la Fundación Heritage y divulgado en España por Foro Regulación Inteligente y Fundación Faes certifica que la pequeña isla asiática ostenta la economía menos intervenida del globo, con 90,2 puntos sobre 100 que rebasan ligeramente los 88,8 que recibe Singapur.
La nueva edición del Índice de Libertad Económica pone de manifiesto el continuo auge del modelo de laissez faire en países como Nueva Zelanda, Suiza y Australia, que se encaraman a los puestos 3, 4 y 5 del ranking. También logran una puntuación muy favorable las economías de Irlanda, Estonia, Reino Unido, Canadá y Emiratos Árabes. El caso del Tigre Celta es especialmente significativo, puesto que mejora su calificación 3,7 puntos en apenas un año, hasta llegar a una nota de 80,4 puntos sobre 100.
El Índice de Libertad Económica, creado hace más de dos décadas, mide diez variables, tomando como referencia datos cuantitativos y estudios cualitativos. Los puntos estudiados son el grado de protección de los derechos de propiedad, la efectividad del sistema judicial, la ausencia de corrupción, el peso de la fiscalidad, el gasto público, la carga de la deuda pública, la facilidad para hacer negocios, la flexibilidad laboral, la estabilidad monetaria, la apertura comercial, la libertad para invertir y la ausencia de intervencionismo en el ámbito financiero.
A las puertas del top diez nos topamos con Islandia, Dinamarca, Taiwán, Luxemburgo, Suecia, Georgia, Países Bajos, Estados Unidos, Lituania y Chile. El país del Tío Sam mejora su nota en 0,6 puntos tras el primer año de gobierno de Donald Trump, pero registra un mediocre puesto 18 que se compara muy desfavorablemente con los resultados cosechados antes de la presidencia de Barack Obama, cuando la economía norteamericana figuraba de manera recurrente entre las diez más abiertas del mundo. También decepciona el vigésimo puesto de Chile, que durante años figuró en el top diez.
¿Y qué hay de España? Por delante nuestra aparecen países desarrollados como Noruega (puesto 23), República Checa (24), Alemania (25), Finlandia (26), Corea (27), Letonia (28), Japón (30) o Israel (31). De hecho, nos superan antiguos territorios hispanos como Uruguay (puesto 38), Colombia (puesto 42), Perú (puesto 43), Panamá (puesto 54) o Costa Rica (puesto 57).
De modo que hace falta irse hasta el puesto número 60 de la lista para encontrarse con la Vieja Piel de Toro. Eso sí: nuestra nota sube en 1,5 puntos, hasta los 65,1 sobre 100, de modo que escalamos nueve puestos durante el último año. El informe arroja un buen grado de protección de los derechos de propiedad (73,1 puntos), así como una relativa mejora de la facilidad para hacer negocios (66,3 puntos). También salimos bien parados en lo tocante a la estabilidad monetaria, la apertura comercial y la libertad para invertir, tres puntos que dependen de la UE y que arrojan un resultado de 86,7, 86,9 y 85 puntos, respectivamente. Algo más baja es la puntuación que recibimos en la categoría que estudia la ausencia de intervencionismo en el ámbito financiero, pero los 70 puntos de 2018 se comparan favorablemente con la nota que se nos asignaba en los años de las cajas de ahorros.
Por el contrario, tenemos un desempeño muy susceptible de mejora en otros de los pilares evaluados para el Índice. Nuestra nota es decepcionante en la efectividad del sistema judicial (62 puntos), la ausencia de corrupción (51,5), el peso de la fiscalidad (62), el gasto público (42,8) y la carga de la deuda pública (36,1). Aunque la flexibilidad laboral se queda en 59 puntos, sí supone un progresivo avance frente a los resultados previos a la reforma de 2012, cuando no llegábamos a los 40 puntos.
Peor que España aparecen México (puesto 63), Francia (71), Portugal (72), Italia (puesto 79) o Croacia (puesto 92). Más preocupante es la situación rusa y china: obtienen 58,2 y 57,8 puntos, de modo que las reformas aperturistas siguen estancadas pese al progreso conseguido en los años 90. Por la cola, las peores notas son para Corea del Norte, Venezuela y Cuba, que se reparten las tres últimas posiciones. También destacan para mal Bolivia (puesto 173), Ecuador (165) o Brasil (153).

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