Superficialmente, parece cumplir los criterios de la afirmación del presidente Obama. Estos eventos sí se producen más a menudo en Estados Unidos que en grupo anterior de naciones de la UE, con cuarenta y cuatro incidentes en Estados Unidos y veinticinco en la UE. Sin embargo, contar eventos no cuenta toda la historia. Para entender mejor el riesgo de matanzas masivas, tenemos que identificar la causa real de preocupación: la pérdida de vidas humanas. Cuando consideramos las pérdidas humanas, la historia cambia significativamente.
Esto indudablemente no apoya la afirmación de que la UE es más segura ante matanzas masivas que EEUU. Las principales diferencias son que, es verdad, estos eventos se producen más a menudo en EEUU, pero los que se producen en la zona normalizada de la UE son más letales (15 muertos por evento en la UE frente a 7 por evento en EEUU), lo que hace que los eventos en la UE sean mucho peores. Además, el daño total de estos eventos es mayor en los países de la UE, experimentando la zona 933 heridos y 352 muertos frente a los 473 heridos y 322 muertos en EEUU.
¿La respuesta es más seguridad pública?
Hemos señalado previamente que el control de armas de fuego no tiene ningún impacto importante en las tasas de homicidio en general, pero ¿resolverían ese problema esos controles y otros como un mejor control de la salud mental y verificaciones de historiales? Por desgracia, como ha demostrado la UE, particularmente con los recientes trágicos acontecimientos de París, si una prohibición completa no funciona, es improbable que tampoco funcionen factores como los anteriores. Sin pretender trivializar a quienes pierden sus vidas en estos eventos, he aquí como se ven estos comparados con la tasa general de homicidios:
No pongo aquí la etiqueta de UE o EEUU porque ambos gráficos son idénticos, una pequeña raya azul en un mar naranja. El porcentaje total es tan pequeño que se muestra como “0%”.
Estos eventos son difíciles de evitar debido a su aleatoriedad e infrecuencia. La capacidad del gobierno de identificar previamente si un grupo pequeño de hombres obtuvo o no armas automáticas contra su prohibición es probablemente imposible. Además, otros medios de prevención, como leyes que prohíban la compra de armas a personas con problemas mentales son valdrían para quienes busquen ayuda activamente. Ninguna de nuestras naciones estaría dispuesta a someternos a revisiones mentales anuales obligatorias y a guardar nuestros resultados de bases centralizadas de datos.
Prohibiciones de armas, controles de salud mental y otras soluciones del gobierno para protegernos de estos acontecimientos impredecibles caen bajo la clasificación de Teatro de Seguridad. Cuando el estado nos dice activamente que se ocupa de nuestra protección, permitimos que nos tranquilicen con una falsa sensación de seguridad. Además, muchos gobiernos restringen o prohíben directamente a las personas asegurar su propia seguridad.
Pero los agentes públicos no pueden estar en todas partes en todo momento. Mantener tu seguridad solo es posible protegiéndote tú mismo. En todo el mundo, los gobiernos han decidido en nuestro nombre que no tenemos la opción de asegurar nuestro propio cuerpo ante la violencia y, a su vez, generar las situaciones que llevan a estos eventos. Igual que muchos tendrían seguros de automóvil en ausencia de órdenes del gobierno, no porque temamos la destrucción de nuestro vehículo, sino porque, como reza el dicho, es mejor tenerlo y no necesitarlo que necesitarlo y no tenerlo. Una sociedad a la que se da la opción de protegerse por sí misma no es una sociedad con miedo, es una sociedad prudente. A las víctimas de París nunca se les dio la opción de proteger sus vidas ni tuvieron la fortuna de tener defensores armados presentes o combatientes formados para detener el ataque antes de que les alcanzara. La gente necesita la oportunidad de garantizar su propia seguridad, ya que, como han demostrado los últimos doce años, el Estado les fallará.
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