miércoles, 25 de noviembre de 2015

Los buenos tiempos: Cuando los tipos fiscales eran del 90%


Andrew Syrios analiza la añoranza extendida esencialmente por progresistas de volver a la época de tipos fiscales del 90% (como se dio en EEUU) para recuperar la prosperidad y seguir gastando a manos llenas el dinero del ciudadano. 
Así, desmonta dicho mito (referido a EEUU que es donde se produjo el hecho de dichos tipos marginales) y los errores que subyacen al mismo. 
Artículo de Mises Hispano:
The Good Ol’ Days: When Tax Rates Were 90 Percent
Resulta bastante interesante realmente que tanto progresistas como conservadores parezcan añorar aquellos buenos tiempos de la década de 1950, por distintas razones. Los conservadores quieren volver a la familia nuclear del tipo Leave It to Beaver y cosas así, mientras que a los progresistas les gusta hablar de esos tipos fiscales del 90% a los que debemos nuestra prosperidad. O algo así. De momento, nos centraremos en esto último.
Bernie Sanders señalaba que “Cuando era presidente el radical y socialista Dwight D. Eisenhower, creo que el tipo fiscal marginal máximo era algo así como el 90%”. Paul Krugman decía lo mismo, igual que Michael Moore en su película Capitalismo: Una historia de amor y vemos este hecho manipulado en incontables memes flotando por Internet.
Sin embargo lo que es un tipo fiscal y lo que se paga realmente son dos cosas muy distintas. De hecho, en 1955, la única gente que pagaba un 90% (en realidad, un 91%) eran los que ganaban más de 3.425.766$ ajustados a la inflación. Y estos eran tipos marginales, así que solo se pagaba esto sobre las ganancias por encima del umbral.
La ley fiscal ha cambiado mucho a lo largo de los años. Como se puede ver comparando el tipo marginal máximo con el tramo máximo de renta ajustada a la inflación para lo que presentan declaraciones conjuntas de 1950 a 2013:
Top marginal rate versus the inflation-adjusted top income bracketFuente: Tax Foundation.

Hoy hay siete tramos impositivos. En 1989, solo había dos. En 1955, había unos completamente ridículos veinticuatro tramos impositivos diferentes.
En todo caso, deberíamos preguntarnos cuánto pagaban realmente los ricos. Debería resultar notable que en la década de 1950 el gobierno no estaba recaudando en la práctica más en ingresos fiscales como porcentaje del PIB. Hay algo que se llama la Ley de Hauser, que dice básicamente que hay un umbral máximo en cuánto puede el gobierno gravar a su población. Creo que esta “ley” no es tal. Si el gobierno quisiera realmente expropiar más, podría hacerlo. Pero la Ley de Hauser se basa en el hecho de que en la mayoría de los años desde 1950 el gobierno ha recaudado entre el 17 y el 20% del PIB en impuestos. He aquí los ingresos fiscales públicos, comparados con el tipo fiscal marginal máximo:
Como se puede ver, no importa cuál haya sido el tipo, los ingresos fiscales han sido casi los mismos. El que se pueda o no aumentar la cantidad recaudada en realidad no importa aquí, lo único que importa es lo que ha ocurrido (especialmente cuando los tipos fiscales estaban por encima del 90%) y siempre sido aproximadamente lo mismo.
Por supuesto, hay muchos otros impuestos aparte de los de la renta personal. Aun así, los ingresos fiscales del impuesto personal de la renta han estado constantemente entre el 7% y el 9%. En 2014, eran del 8,1%. Además, como se puede ver, el gráfico parece casi el mismo cuando se ven los ingresos por el impuesto personal de la renta y el tipo fiscal marginal máximo.
Income Tax Receipts vs Top Marginal Tax RateFuente: Tax Foundation.
¿Pero quién está pagando estos impuestos?, podría replicar un progresista. ¿Ha recaído la carga más en las clases medias y bajas? Bueno, no. En realidad, el porcentaje de impuestos pagado por el quintil superior de perceptores de rentas ha aumentado constantemente desde 1980. En 1980, el 20% superior pagaba en torno al 55% de todos los impuestos de la renta. Hoy está cerca del 70%. Lo mismo vale para el 1% superior, que pasó de en torno al 15% en 1980 a cerca del 30% hoy.
La primera de muchas razones por lo que ha sido así es que tenemos que mirar el tipo impositivo efectivo, no el tipo impositivo marginal. Así, por ejemplo, si gano 20.000$, debo un 10% bajo el código fiscal actual, pero solo sobre la renta que exceda los 18.450$ (en declaración conjunta). Así que solo debo un 10% de 1.550$, o 155$. Sí, mi tipo impositivo marginal puede ser del 10%, pero mi tipo impositivo efectivo es del 0,78%.
Un estudio del Servicio de Investigación del Congreso concluye que el tipo impositivo efectivo para el 0,01% superior de rentas durante el periodo de impuestos del 91% era realmente del 45%. Dado que el tramo superior es mucho menor hoy (3.425.766$ en 1955 frente a 413.200$ en 2015), el 39,6% de tipo impositivo marginal probablemente produzca algo bastante cercano.
Parte de esto se debió a que los tipos empresariales siempre han estado por debajo del 50%. Y como ha señalado Alan Reynolds, cuando los tipos impositivos de la renta personal se redujeron, “indujeron a miles de empresas a cambiar de declarar bajo el sistema impositivo empresarial a declarar bajo el sistema impositivo personal”. En otras palabras, mucha gente rica mantuvo su dinero en empresas cuando los tipos impositivos personales eran más altos.
Otro factor importante era la multitud de deducciones y agujeros que solía haber disponibles. Muchos de ellos fueron eliminados por la Ley de Reforma Fiscal de 1986, que no es casualidad que coincidiera con las mayores deducciones de los tipos. Por ejemplo, el interés había sido antes deducible en todos los préstamos. Después de la ley, solo ha sido deducible en las hipotecas de vivienda.
Pero lo que fue probablemente la deducción perdida más importante para las personas ricas fue la eliminación de deducciones en pérdidas pasivas de inversiones en inmuebles. Antes de 1986, los ricos compraban a menudo inmuebles sin ninguna esperanza de generar ingresos. No buscaban eso. Buscaban que el inmueble se depreciara cada año a los ojos de Hacienda. Aunque a largo plazo las propiedades suelen aumentar de valor, Hacienda supone que cada veintisiete años y medio el valor de una propiedad se depreciará hasta cero.
Esta pérdida puede desgravarse. Así, por ejemplo, supongamos que alguien que gana 100.000$ anuales compra una propiedad valorada en 275.000$. Alquila la propiedad y queda en paz. El código fiscal permite a esa persona desgravar 10.000$ como pérdida que puede descontar en su renta ese año. Así que ahora tiene que pagar impuestos sobre 90.000$. Si poseyera tres diez propiedades como esta, su renta sería cero, al menos según Hacienda.
La deducción ha desaparecido para todos, salvo, los inversores inmobiliarios “activos” o quienes inviertan en inmuebles como trabajo.
De hecho, incluso un antiguo contable fiscal defendía que había tantas deducciones, agujeros y similares en el código fiscal anterior a 1986 que “había una cantidad masiva de fraude fiscal en todos los niveles de renta bajo el viejo código. Era tan malo y tan común que la mayoría de la gente se enorgullecía al decir a otros cómo habían engañado en sus impuestos”.
Dejaré el lector que valore lo real que esta declaración, pero, por lo que he oído, suena a bastante cierta.
En todo caso, el hecho simple es que los ricos nunca pagaron el 90% de su renta en impuestos ni nada remotamente parecido a eso. Por desgracia, a algunos memes les cuesta morir.

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