viernes, 21 de octubre de 2016

La Reserva Federal es el arma secreta de Hillary Clinton

Tommy Behnke analiza de qué manera la Reserva Federal está siendo empleado en favor de Hillary Clinton.

Artículo del Instituto Mises: 
Podéis decir lo que queráis de Donald J. Trump, pero tiene razón en una cosa: la Reserva Federal, casi con seguridad, ha estado manteniendo bajos los tipos de interés para fines políticos: para ayudar a Hillary Clinton a ser elegida presidenta de Estados Unidos.
En el primer debate presidencial de septiembre, Trump dijo:
Tenemos una Fed que está haciendo política. (…) La Fed está [siendo terriblemente] política al mantener los tipos de interés a este nivel. Y créame: El día en que se vaya Obama y deje [el cargo] y se vaya al campo de golf para el resto de su vida para jugar golf [será el día en que] aumentarán los tipos de interés. (…) La Fed está siendo más política que la secretaria Clinton.
El acta de la reunión de septiembre del Comité Federal de Mercados Abiertos (FMOC, por sus siglas en inglés), publicada el miércoles, ha demostrado que la afirmación de Trump es verdad. Al acercarse el final de la temporada de elecciones de 2016, la Fed se ha vuelto más optimista en la perspectiva de aumentar los tipos de interés y este precipitado cambio de opinión ha llegado a pesar de que hay pocas señales notables de esperanza en los datos económicos de EEUU.
El acta de la reunión detallaba que una de las preocupaciones de los miembros de la FMOC era dañar injustamente a los inversores, especialmente a los que tienen fondos de pensiones y seguros de ahorro y que estas políticas de dinero barato puedan estar “deprimiendo” el crecimiento económico:
Un participante expresó la opinión de que periodos prolongados de tipos bajos de interés podrían animar a fondos de pensiones, seguros de ahorro e inversores con obligaciones futuras de pago a ahorrar más, deprimiendo el crecimiento económico y añadiendo una presión a la baja sobre el tipo real neutral de interés.
Pero la cosa no acabó aquí. Otros repitieron la (falsa) afirmación de que las políticas de dinero barato de la Fed tensarían inevitablemente el mercado laboral:
Algunos otros miembros se mostraron preocupados por que, sin una pronta reanudación de los aumentos graduales en rango objetivo del tipo de los fondos federales, las condiciones del mercado laboral pudieran tensarse mucho más allá de los niveles normales a lo largo de los próximos años, necesitando potencialmente un tensionado agudo de la política monetaria que pueda acortar la expansión económica.
Es notable que los miembros incluso temieran que continuar con estos tipos artificialmente bajos generara demasiada deuda y alimentara burbujas económicas insostenibles:
Algunos participantes expresaron su preocupación por que el periodo extendido de tipos de interés muy bajos pudiera estar estimulando un exceso de préstamos y un mayor apalancamiento en el sector corporativo no financiero.
No me malinterpretéis: el hecho de que la Fed haya demostrado finalmente algún instinto de dureza resulta un alivio, ¿pero por qué la FMOC no expresó antes preocupación por ninguna de estas consecuencias?
La FMOC se reúne periódicamente (este año, se ha reunido en eneromarzoabriljuniojulio y septiembre). Si leyerais todas las actas de las reuniones como he hecho yo, habrías advertido que aunque el comité haya mantenido que probablemente aumente los tipos al final del año, ha habido muy pocas veces en las anteriores cinco reuniones en las que los miembros hayan dicho algo negativo acerca de las actuales políticas de tipos bajos de interés de la Fed.
Por el contrario, los directivos de la Fed han dado excusas para prolongar el día del juicio (entre ellas: baja inflación, ralentización en China y desplome de los precios del petróleo). Estas excusas han llevado a declinar cuatro aumentos de tipos previstos para 2016 a solo uno, que puede realizarse convenientemente en diciembre, justo después de las elecciones de noviembre.
Los analistas económicos deberían encontrar extraño el cambio de tono de la Fed con respecto a sus políticas de dinero barato, especialmente dado el hecho de que no ha habido repuntes importantes en los principales indicadores económicos de la Fed, indicadores de los cuales la propia Fed dijo en un tiempo que dependían las subidas de tipos.
La Fed de Atlanta reducía recientemente su estimación para el PIB del tercer trimestre al 1,9%, la mitad de su anterior predicción del 3,8%. “¿Este es el más débil de tres trimestres consecutivos de esta supuesta recuperación y ahora se supone que la Fed está dispuesta a aumentar los tipos?”, se pregunta el inversor austriaco Peter Schiff.
Además, el informe Job Openings and Labor Turnover (JOLTS), el indicador del Mercado laboral favorito de Janet Yellen, también se publicó el miércoles y mostraba que los nuevos empleos de EEUU han caído a su nivel más bajo en 8 meses.
“Todo en este informe era debilidad”, dijo Schiff. “Si este es el número favorito de Janet Yellen y si la Fed no aumentó los tipos en septiembre porque quería más datos sobre el mercado laboral (…) ahora tienen el número de JOLT, que es mucho peor de lo esperado. ¿Por qué entonces todos los gobernadores de la Fed hablan ahora de aumentos de tipos?”
¿Qué pasa entonces? ¿Por qué este importante cambio de opinión entre los miembros del comité?
Está claro que la Fed ha sabido siempre que Trump tiene razón: estamos viviendo en una “gran burbuja” económica que debe reventarse. Los tipos deberían haber aumentado hace mucho tiempo, pero los directivos de la Fed han estado usando listas de datos fraudulentos para mantenerlos bajos, posiblemente para dar a demócratas como Hillary Clinton (la preferida de la Reserva Federal) la mejor mano en las elecciones de noviembre.
No es un secreto que la Fed (un supuesto banco central independiente) se inclina hacia la izquierda. Dos emanas antes de las elecciones de 2014, Janet Yellen dio un apasionado discurso sobre desigualdad de rentas, entonces un tema importante de comentario para los candidatos demócratas. Este año, Hillary Clinton  recibió el cuádruple de donaciones de directivos de la Reserva Federal que todos los demás candidatos presidenciales republicanos y demócratas juntos.  El gobernador de la Fed, Lael Brainard (de quien muchos creen que puede tener posibilidades de tener un nombramiento esperándole en la administración Clinton) ha donado el máximo legal a la campaña de Clinton.
Los directivos de la Fed temían que un endurecimiento en la política monetaria antes de noviembre creara algo parecido a un mecanismo de corrección del mercado, llevando a algún daño económico a corto plazo. Esto habría dado a los republicanos los argumentos que necesitaban para acribillar las políticas fiscales y monetarias insensatas de la administración Obama, así como su falsa recuperación económica.
La Fed argumenta que esto no es verdad: no han rechazado aumentar los tipos por razones políticas, simplemente han tratado de evaluar mejor el mercado laboral. De hecho, cuando se le preguntó el viernes por qué la Fed no ha aumentado aún los tipos de interés, la presidenta de la Fed, Janet Yellen, dijo: “los acontecimientos de los últimos años han revelado límites de los economistas en la comprensión de la economía y sugieren preguntas importantes que espero que la profesión tratará de responder”.
Aunque fuera verdad y la Fed no haya aumentado los tipos de interés, no por razones políticas, sino por falta de una adecuada “comprensión de la economía”, esto plantea otra pregunta: ¿debería un puñado de burócratas imperfectos en Washington estar realmente al cargo de establecer las reglas relacionadas con el dinero y el crédito para nuestra nación?
Aun así, sí parece bastante extraño el momento del repentino cambio de opinión de la Fed sobre los tipos bajos de interés. Solo unas pocas semanas antes de las elecciones de noviembre, los directivos de la Fed desafían sus viejos patrones de datos proclamando que aumentarán los tipos “relativamente pronto”, mientras que casi el 74% de los economistas creen que la Fed aumentará los tipos el próximo diciembre, la primera oportunidad que tendrán para hacerlo después de las elecciones.
¿Coincidencia? Trump cree que no, yo tampoco. Los directivos de la Fed se equivocan a menudo, pero no son estúpidos.

El artículo original se encuentra aquí.

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