Diego Sánchez de la Cruz muestra otro nuevo ridículo de Krugman, en esta ocasión al respecto del déficit, mostrando a su vez su hipocresía partidista.
Artículo de Libre Mercado:
Nueva contradicción de Krugman | Cordon Press
Día 8 de agosto. Paul Krugman publica el artículo Hora de endeudarse. en el New York Times Faltan aún tres meses para las Elecciones Presidenciales y el Premio Nobel de Economía dice que "hay un 83% de posibilidades de que los comicios se salden con la victoria de una candidata sensata".
Krugman afirmaba entonces que Hillary Clinton, su "caballo de carreras" en la pugna por la Casa Blanca, debía considerar una receta clave para impulsar la economía de Estados Unidos: el gasto público. Según el economista de cabecera de políticos como José Luis Rodríguez Zapatero, el nuevo gobierno de EEUU debía "incrementar significativamente la inversión pública en todos los ámbitos, incluyendo la energía, el transporte, el tratamiento de aguas…".
A continuación, se preguntaba: "¿Cómo deberíamos pagar por esas inversiones?". Y respondía a renglón seguido que "no deberíamos pagar por ese gasto hasta dentro de mucho tiempo, sino endeudarnos". Krugman iba más allá y afirmaba que "hoy en día tenemos argumentos abrumadores a favor de aumentar el endeudamiento público".
El estadounidense también afirmaba en su artículo que "no deberíamos escuchar a quienes critican este tipo de propuestas, porque están equivocados. Por ejemplo, se dice que no podemos endeudarnos porque ya tenemos demasiada deuda. Lo dicen casi imitando la voz del Doctor Maligno. Pero los pagos de intereses solo le están suponiendo al 1,3% del PIB al gobierno federal". Krugman no mencionaba en su artículo que durante la última década, el pasivo federal ha subido del 60% al 100% del PIB.
El repentino cambio de parecer de Krugman
El déficit no parecía importarle mucho en agosto al profesor Krugman, cuyas ideas económicas le han granjeado una enorme popularidad en las filas de la izquierda. Sin embargo, parece que el triunfo de Donald Trump y la llegada al gobierno del candidato elegido por el Partido Republicano ha hecho que Krugman cambie súbitamente de opinión.
Así, el pasado 9 de enero, Krugman publicaba en el New York Times un artículo titulado Los déficits vuelven a importar. En su columna, el economista cargó las tintas contra líderes de la derecha americana como Paul Ryan, a quien acusó de haber alertado de los problemas fiscales del país "para golpear a un Presidente demócrata".
De hecho, Krugman afirma que "los republicanos deberían preocuparse ahora más que nunca por los déficits fiscales". Es más, declara que "asumir un déficit público elevado ya no sería deseable, de hecho sería dañino". Y, para rematar su pataleta, el ex profesor de Princeton añade que "el nuevo gobierno de Donald Trump solo busca asesoría económica entre quienes, de manera consistente, se han equivocado en todo".
Así, a pesar de que no veía ningún problema con el aumento del déficit que planteaba Hillary Clinton, Krugman sí se lanza en tromba contra Donald Trump, apuntando que un aumento del endeudamiento federal ya no sería recomendable. Una contradicción que no ha pasado inadvertida en círculos políticos y económicos, donde los reproches al economista no han tardado en llegar.
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