Elentir analiza las estúpidas declaraciones del Papa Francisco acerca del liberalismo económico y el hambre, tan fáciles de desmontar al carecer de base alguna, por otra parte.
Artículo de Contando Estrelas:
Hoy el diario socialista El País publica una entrevista al Papa Francisco, en la que Su Santidad hace algunas afirmaciones muy chocantes para cualquiera con ciertos conocimientos de economía.
El Papa Francisco dice que el liberalismo económico “mata de hambre”
Por ejemplo, en un momento de la entrevista, el Papa Bergoglio afirma: “evidentemente, hoy día Latinoamérica está sufriendo un fuerte embate de liberalismo económico fuerte, de ese que yo condeno en Evangelii gaudium cuando digo que “esta economía mata”. Mata de hambre, mata de falta de cultura.“ Entiendo el concepto matar de hambre, pero el concepto matar de falta de cultura me cuesta entenderlo un poco más. Como es difícil entender a qué se refiere el Papa con eso, me centraré en el ámbito más mensurable, que es el de la economía.
Los países con mayor libertad económica de América: Canadá, Chile y EEUU
Si fuese cierto que el liberalismo económico mata de hambre, los países que lo han aplicado en mayor medida deberían estar sumidos en la miseria. ¿Es así? Empecemos viendo algunos datos concretos. Según el Índice de Libertad Económica 2016 de The Heritage Foundation, el único país hispanoamericano entre los diez países con más libertad económica del mundo es Chile (está en el puesto número 7). Si nos extendemos a todo el continente americano, Canadá está en el puesto número 6 y Estados Unidos en el número 11. En puestos destacados encontramos también a Bahamas (puesto 31) y Colombia (33), todos ellos por encima de España (43).
Chile es el país hispanoamericano con mayor calidad de vida
De lo anterior cabría deducir que, si nos fiamos de la afirmación de Francisco, los países citados tendrían serios problemas de miseria. Sin embargo, según la OCDE Canadá es el segundo país con mayor calidad de vida del mundo. Chile es el país hispanoamericano con más calidad de vida. Por lo visto, el liberalismo económico más que matar de hambre, debe matar de empacho.
Cuba y Venezuela, los que tienen menos libertad económica y más miseria
Por el contrario, en el citado Índice de Libertad Económica 2016 de The Heritage Foundation, Argentina, Cuba y Venezuela figuran entre los diez países del mundo con menos libertad económica. No he escuchado en ningún momento al Papa Francisco decir que el socialismo mata de hambre a la gente. Una omisión sorprendente, teniendo en cuenta lo que está pasando en Cuba y Venezuela. El caso es que después de años de socialismo en sus franquicias peronista, marxista y bolivariana, Argentina es el país hispanoamericano mejor situado en el índice de calidad de vida de la OCDE, pero con un matiz: de ser uno de los 10 países más ricos del mundo en la década de 1920, ha caído hasta el puesto 68, un periodo que coincide con el ascenso y la consolidación del socialismo peronista. Venezuela está en el puesto 81 del índice de calidad de vida de la OCDE, uno de los peores de Hispanoamérica, y eso tras haber sido un país rico gracias a sus recursos petrolíferos. Cuba ni siquiera figura en el índice de la OCDE, pero sí que disponemos de algunos datos que nos indican la miseria que se padece en esa isla: el sueldo medio de los cubanos es de sólo 22 dólares al mes (20,5 euros). El salario medio de Chile es de 10.408 euros.
Una clara relación entre libertad económica y prosperidad
No sé qué pensará el Papa Francisco, pero yo lo tengo claro: los hechos demuestran que existe una clara relación entre la libertad económica y la prosperidad, y entre la falta de libertad económica y la miseria. Por supuesto, es mucho más fácil lanzar consignas como la de que el liberalismo económico mata, sin molestarse en hacer un contraste entre esas consignas y la realidad. Sinceramente, esa muestra de pereza intelectual no es lo que yo -como católico- esperaba de un Papa. Otra cosa es que las afirmaciones en materia económica sean cuestión de fe y alguien pretenda obligarme a suscribir ciertas opiniones carentes de base simplemente porque las dice el Papa en una entrevista. Como últimamente entre los progres se está poniendo de moda apelar a la infalibilidad papal y extender la idea de que el Papa nunca se equivoca -siempre que diga lo que ellos quieren, claro-, recuerdo que ese dogma está limitado a unas condiciones muy concretas.
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