Es ciertamente preocupante el auge del odio y antisemitismo, que alcanza a todos los estamentos. El caso producido en Alemania es simplemente obsceno.
Por supuesto, los agitadores del odio, del enaltecimiento de la violencia y sus defensores serán luego los primeros hipócritas en dar lecciones morales y en mostrar el dedo acusador, mientras se hacen los sorprendidos y apenados por las desgracias producidas...
Artículo de Elmed.io:
Un tribunal de Wuppertal acaba de confirmar una decisión de una corte de inferior rango que estimó en 2015 que un ataque con cócteles molotov contra la sinagoga de la ciudad era una expresión justificada de crítica a las políticas desarrolladas por el Estado de Israel, no un acto de antisemitismo.
Los atacantes, cuya identidad no ha sido revelada, eran tres individuos palestinos que, según los magistrados alemanes, querían “llamar la atención sobre el conflicto de Gaza” mientras en la Franja se desarrollaba la operación antiterrorista israelí Margen Protector (verano de 2014).
Ya en 2015, cuando se pronunció el primer tribunal, el diputado verde Volker Beck clamó:
¿Qué tiene que ver un judío de Alemania con el conflicto de Oriente Medio? Lo mismo que un cristiano, un musulmán o un individuo sin adscripción religiosa: absolutamente nada. La ignorancia del antisemitismo por parte de la judicatura es especialmente alarmante para muchos judíos de Alemania.
Como se encarga de recordar Benjamin Weinthal en The Jerusalem Post, la sinagoga de Wuppertal fue una de las atacadas durante la Noche de los Cristales Rotos nazi.
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