miércoles, 25 de enero de 2017

Pepe Mujica, no tan diferente de Lula o Chávez

Hana Fischer analiza los muy diversos indicios de corrupción del gobierno de Pepe Mújica y el porqué se tiene una mejor imagen que otros presidentes de la región, mostrando similitudes con otros líderes como Lula O Chávez. 
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Fuente: Panam Post
Las similitudes entre José Mujica, Lula y Hugo Chávez son enormes. Los tres ex presidentes latinoamericanos han sido carismáticos, se apartan de la imagen tradicional de un gobernante, han fascinado al público (especialmente en los países desarrollados), son socialistas y se jactan de proporcionar bienestar a los más necesitados.
También se asemejan en que –en diversos grados- han sumido a sus respectivos países en crisis económicas y sociales. Han procurado debilitar al Poder Judicial, les molesta la limitación de su poder y consideran que lo “político” prima sobre la “jurídico”. En otras palabras, no sienten gran estima por el Estado de Derecho ni por el imperio de la ley, a no ser, obviamente, que la “ley” coincida con su voluntad.
Hasta ahora el Pepe había logrado proyectar una imagen impoluta a pesar de la afinidad que lo unía con Lula y Chávez. Es decir, que él era la excepción a la regla de “dime con quién andas, y te diré quién eres”. Eso ha sido posible gracias a varios factores:
El primero y más evidente es que el lugar donde vive puede ser descrito de varios modos pero no de lujoso. Sin embargo, eso no significa que no le interese el dinero, sino más bien que se siente en “su salsa” viviendo en un lugar poco prolijo. Según el cristal con que se lo mire, se podría aducir que el Pepe es alguien humilde aunque, con la misma autoridad, se podría decir que su residencia delata desidia, haraganería y desprolijidad. La falta de mantenimiento y de blanqueado de las paredes denotan más bien estas últimas características, y no sencillez de vida. Son muchísimas las personas que realmente cuentan con pocos recursos económicos y sin embargo, son pulcras tanto en su apariencia personal como con respecto a sus viviendas.
El segundo es que desde que el Frente Amplio asumió el gobierno de Uruguay en el 2005, cuenta con mayorías en ambas cámaras. En consecuencia, sistemáticamente ha bloqueado cualquier investigación parlamentaria de presuntos hechos de corrupción.
El tercero es que como desde el 2005 hasta la fecha el Frente Amplio gobierna, se ha dificultado que los asuntos turbios sean conocidos o denunciados.
Sin embargo, en cuanto se permite que entre un poco de “luz”, comienzan a emerger hechos de apariencia delictiva. Es decir, indicios de corrupción producidos (aunque no exclusivamente) durante el período en que el Pepe gobernó.
Lo primero que surgió fue la forma en que se administró Ancap –la petrolera estatal monopólica- que la llevó virtualmente a la quiebra. Son varias las acciones realizadas bajo la administración Mujica que están siendo indagadas por la justicia penal.
Luego, los negocios realizados con Venezuela bajo el formato del Fondo Bolívar-Artigas. También en este caso, la justicia está investigando los acuerdos comerciales firmados por Chávez y Mujica en enero de 2011. De esos negocios lo que más les llama la atención, es el papel desempeñado por la empresa Aire Fresco S.A.
Durante la presidencia del Pepe, a esa firma se le otorgó la exclusividad de intermediar en la mayoría de los acuerdos comerciales (de importación y exportación) entre Uruguay y Venezuela. El titular es Omar Alaniz, exintegrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros. Sus directivos son dirigentes o militantes del MPP (sector político liderado por Mujica), y algunos de ellos forman parte del círculo más cercano del expresidente, que luego ayudaron a financiar su campaña electoral.
Este asunto es especialmente relevante porque cuando por enésima vez los parlamentarios oficialistas se negaban a habilitar una comisión investigadora, uno de ellos –Gonzalo Mujica- asqueado de la situación se rebeló, y no obedeció la orden impartida desde lo más alto. En ese contexto les gritó a sus compañeros que le recriminaban su actitud: “Voy a votar la investigadora aunque no salga, porque quiero verdad y justicia […] se quiere consagrar nueva forma de impunidad para generales, cuando sus tenientes están enlodados en la opinión pública”.
El más reciente de los  asuntos turbios, que por fin será investigado, está relacionado con el Fondo para el Desarrollo (Fondes). A este organismo el Pepe lo definió como “una velita encendida al socialismo”. Ergo, es un muestra de cómo funciona en los hechos el socialismo, así como las prioridades y genuinos intereses de Mujica.
A fines de 2010 el Pepe había hecho modificar la ley orgánica del estatal Banco República (BROU), con el fin de que el Ejecutivo pudiera exigirle contribuciones adicionales de hasta un 30% de sus utilidades netas anuales, para constituir un fondo para financiar proyectos que a su juicio resultaran de interés.
En setiembre de 2011 mediante decreto creó al Fondes. La mitad de los préstamos aprobados fueron a tres empresas: Alas Uruguay, Envidrio  y la ex Funsa. “Casualmente”, todas pertenecientes a gente allegada al gobierno de izquierda. Por ejemplo, entre los cooperativistas de Envidrio sobresalió el actual diputado del MPP Daniel Placeres; y el ex presidente de la Cooperativa de Trabajadores de Funsa fue Luis Romero, Director Nacional de Trabajo en la administración Mujica.
La gran mayoría de los préstamos del Fondes fueron a parar a empresas que se fundieron. Entre el 2011 y la fecha perdió U$S 70 millones. Durante el gobierno del Pepe, el Fondes prestó US$ 43 millones a cinco empresas autogestionadas, pese a que los informes técnicos eran negativos. La OPP realizó advertencias sobre los préstamos concedidos a Alas Uruguay (US$ 15 millones), Envidrio (US$ 10,5 millones), Funsacoop (US$ 6 millones), y Pressur y Cootrapay (US$ 6 millones cada una).
Pero lo más indignante, es el origen del dinero “regalado” a los amigotes. Ese “30 % de utilidades netas” que alimentan al Fondes, mayormente se originan en los “prestamos sociales” que el BROU otorga a la gente de bajos recursos, especialmente los jubilados, que pagan religiosamente las obligaciones contraídas. En 2016 se les cobró una tasa nominal que no bajó del 24 %, lo que significa… ¡una tasa de interés real anual en torno al 15 %!
Por tanto, ¿es tan diferente Mujica a Lula y Chávez?

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