martes, 30 de abril de 2019

El primer paso de Sánchez: eleva la meta de déficit con su dominio del Senado

Primera grave consecuencia de la victoria de Pedro Sánchez unida a su mayoría absoluta en el Senado. Las leyes de control de gasto, y de consolidación fiscal (para ajustar el brutal déficit que ha padecido España y que sigue padeciendo de manera preocupante pese a recaudar más que nunca y estar en la cresta de la ola del ciclo económico) se verán eliminados ("flexibilizados"), para permitir mayores déficits y subidas del gasto público (y de la deuda), generando más semillas para una nueva y grave crisis venidera que ponga nuevamente en grave peligro la estabilidad, el sostenimiento del Estado (ya de por sí en una preocupante situación por la tendencia del gasto estructural y de la seguridad social a años vista). 

Las consecuencias no serán otras que una recesión mucho más profunda, recortes más dolorosos, más desempleo, más subidas de impuestos, menor actividad económica, menor inversión, menores salarios...
Pero recordad que a todo esto lo llaman medidas "sociales"...
Eduardo Ortega informa de la situación en el siguiente artículo. 
Artículo de El Economista:
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Si bien los socialistas ganaron las elecciones al Congreso con claridad, concretamente con 123 diputados, el escenario de su mayor triunfo ha sido el Senado. El PSOE se ha hecho con 121 de los 208 escaños de la Cámara Alta, donde ahora disfrutará de una mayoría absoluta que hasta ahora detentaba el Partido Popular y ocupará una posición que le era desconocida desde 1993. Esto permitirá a Pedro Sánchez ejecutar una medida fundamental en sus planes económicos y que hasta ahora era inviable: aprobar una nueva senda de estabilidad, con sus correspondientes objetivos de déficit, de deuda pública y regla de gasto, que permita flexibilizar y atenuar las medidas consolidación fiscal a ejecutar en los próximos años para mejorar los números rojos de las Administraciones Públicas.
No es la primera ocasión en la que el Gobierno de Sánchez aborda esta cuestión. De hecho, fue una de las primeras iniciativas que movió cuando comenzó el mandato de los socialistas a mediados del año pasado. Lo hizo a finales de julio y a finales de diciembre, llevando al Congreso una senda de estabilidad que relajaba los objetivos de déficit de 2019, 2020 y 2021 para dejarlos en un 1,8% del PIB, en un 1,1 y en un 0,4.
De esta manera, el cambio propuesto por Moncloa flexibilizaba la capacidad de déficit de las Administraciones Públicas para 2019 en unos 6.000 millones, una apuesta que el Gobierno argumentó como una fórmula para dar oxígeno económico a las autonomías y a la Seguridad Social.
En su primera intentona, la iniciativa chocó contra el Congreso, incluyendo los aliados del Partido Socialista en la moción de censura a Mariano Rajoy, y en la segunda contra el Senado, bajo dominio del Partido Popular y al que la Ley de Estabilidad Presupuestaria dota de capacidad de veto a la senda de estabilidad que pueda proponer el Gobierno que, además del objetivo de déficit, también incluye las metas de deuda pública y las reglas de gasto. A día de hoy, sigue vigente la senda del Ejecutivo de Rajoy, con un déficit para 2019 del 1,3%.

Sin problemas

Sin embargo, esta situación se revertirá cuando se inicie la XIII Legislatura. El PSOE dispondrá con facilidad de mayoría absoluta en el Congreso para sacar adelante una nueva senda de estabilidad, sobre todo porque será respaldada por los grupos independentistas. Mientras, en la Cámara Alta los socialistas disfrutarán de una mayoría absoluta -de hecho, triplicarán el número de senadores de 2016- que va a permitir al Gobierno poner en marcha este primer paso para disponer de más flexibilidad fiscal y subir el gasto social, aunque todavía no se ha revelado qué objetivos propondrá, más allá del anuncio de la ministra Calviño de un objetivo de déficit para este año del 2% de PIB.
En cambio, el PP se ha despeñado. De 130 senadores en la última legislatura, contará con solo 56, menos de la mitad. Por contra, Ciudadanos se estrena en senadores por elección directa con cuatro escaños. También crecen ERC -11 senadores- y PNV -nueve-. En cambio, desaparecen de la Cámara Alta Unidos Podemos y sus confluencias, que han perdido sus 12 senadores.
Con todo, el liderazgo de los socialistas deja algunas preguntas en el aire. El año pasado, el Grupo Socialista, junto a formaciones de izquierdas y nacionalistas como Unidos Podemos o ERC, promovió una proposición de ley para reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria y suprimir la capacidad de veto del Senado a la senda de estabilidad, iniciativa que ni siquiera se llegaría a debatir en el pleno del Congreso por los bloqueos ejecutados por PP y Ciudadanos desde la Mesa del Congreso. Ahora, con el dominio socialista de la Cámara Alta, cabe preguntarse si los de Sánchez se plantearán esta iniciativa, algo para lo que a buen seguro serán presionados, entre otros, por Unidos Podemos.

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