Fue otra de las mentiras de Pablo Iglesias en el reciente debate, un discurso reiterado y falaz con el que pretende generar el voto de la indignación recurriendo al rescate de la banca (que fueron las cajas públicas que el defiende, y que el propio Garzón de IU con el que forma partido defendía en sus inicios, hasta que le fue más rentable criticar lo contrario).
De hecho su pretensión de nacionalizar la banca, además de otra receta marxista que fracasó donde se aplicó (el caso de la India expuesto bien en la célebre obra "Por qué fracasan los países" es ilustrativo), supondría un rescate anual vía impuestos y disparar la morosidad, asignar peor los recursos, bajar los estándares de riesgo (más quiebras y morosidad, más impuestos, más recortes), aumentar los costes (plantillas, ineficiencia, impuestos, deuda, déficit...). Pero luego se preguntan algunos por qué el socialismo marxista bolivariano que pretenden imponer algunos lleva a sus países al desastre (para ello necesitan el poder ejecutivo central, ya que el control de ayuntamientos no les permite cambiar las leyes y escapar de normas generales que limitan enormemente su actuación, como la regla del gasto).
La alternativa al no poder imponer la nacionalización al no gobernar es imponer impuestos mucho mayores a dichas empresas (que están en problemas estructurales de mínima rentabilidad por las políticas del BCE de tipos) falseando la realidad (como que no pagan impuestos) para cuadrarlo con su discurso falaz.
Diego Sánchez de la Cruz muestra la tributación en el Impuesto de Sociedades de la Banca en España este último ejercicio del 2018.
Artículo de Libre Mercado:
En los últimos años, la crisis fiscal que ha sufrido España ha animado a políticos, economistas y expertos a proponer todo tipo de soluciones orientadas a reducir el déficit. Por el flanco de la izquierda, una de las más populares es la vía que pasa por imponer más gravámenes al sector financiero.
Sin embargo, las memorias anuales que presentan cada año los bancos a la CNMV ponen de manifiesto que la presión fiscal efectiva soportada por estas entidades está lejos de ser reducida y, de hecho, se sitúa por encima del promedio observado entre las grandes empresas, en general, y las cotizadas del Ibex 35, en particular.
La banca paga un 31%
Vayamos primero a las firmas de la banca. Según datos recopilados por Expansión, los niveles de tributación efectiva soportados en 2018 por dichas empresas fueron los siguientes:
- Banco Santander. Pago de 5.230 millones de euros en el Impuesto de Sociedades tras un beneficio antes de impuestos de 14.776 millones. Tipo efectivo del 35%.
- BBVA. Pago de 2.062 millones de euros en el Impuesto de Sociedades tras un beneficio antes de impuestos de 7.580 millones. Tipo efectivo del 27%.
- CaixaBank. Pago de 712 millones de euros en el Impuesto de Sociedades tras un beneficio antes de impuestos de 2.807 millones. Tipo efectivo del 25,4%.
- Bankia. Pago de 223 millones de euros en el Impuesto de Sociedades tras un beneficio antes de impuestos de 920 millones. Tipo efectivo del 24%.
- Bankinter. Pago de 195 millones de euros en el Impuesto de Sociedades tras un beneficio antes de impuestos de 712 millones. Tipo efectivo del 27%.
- Banco Sabadell. Pago de 84 millones de euros en el Impuesto de Sociedades tras un beneficio antes de impuestos de 419 millones. Tipo efectivo del 20%.
En total, las grandes entidades financieras españolas consiguieron un beneficio de 27.223 millones de euros durante el conjunto del año 2018. A partir de esa cifra, después de aplicarse las deducciones o exenciones de rigor, el tipo efectivo aportado por el sector fue del 31%.
Comparativa con grandes empresas e Ibex 35
Si analizamos el tipo efectivo soportado por el conjunto de las empresas que obtuvieron beneficios en 2016 (último año con datos cerrados) vemos que los ingresos aportados a Hacienda supusieron el 21% de las ganancias conseguidas. Acotando el estudio a las pymes, la cifra resultante arroja un tipo efectivo del 22,6%. Entre las empresas grandes, el gravamen final ascendió al 19% del beneficio, mientras que en las firmas del Ibex 35 se devenga un tipo efectivo del 28%.
Por tanto, los niveles de tributación efectiva que manejan los bancos están un 50% por encima de lo que observamos entre la élite corporativa de nuestro país. Incluso si restringimos el cálculo a las cotizadas del Ibex 35, el diferencial es favorable a la banca, puesto que las empresas del selectivo pagan un impuesto efectivo del 28%, frente al 31% de los bancos.
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