Ante la creencia de muchos (incluidos liberales) que creen que el poder político puede frenarse o limitarse mediante leyes, es decir que el poder político puede ser frenado desde la política. En este sentido vemos el ejemplo de las leyes de limites o techos sobre el endeudamiento público de países, como EEUU (prohibición de emitir más deuda público si se alcanza un límite de endeudamiento, sin recortes previos...).
Pero la evidencia dice algo muy distinto. Así, en este vídeo se explica cómo este límite ha fracasado estrepitosamente a la hora de contener la emisión de deuda, pues los políticos (en este caso del Congreso) ha ido aumentando constantemente estos límites, hasta niveles imposibles de pensar previamente.
Y la principal causa de este fracaso, como bien se indica fue la célebre obra de Keynes (Teoría general de la Ocupación, el interés y el Dinero) que supuso un antes y un después desde 1939 al justificar el endeudamiento público, pues los políticos son ya libres para emitir sin el temor de que el pueblo les reproche nada, como ocurría antaño.
La conclusión es evidente: no es la ley, sino la sociedad lo que limita de verdad la expansión del poder político, por lo que su limitación no se producirá mientras los valores subyacentes de la sociedad no cambien.
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