Artículo de Desde el Exilio:
En los medios tradicionales, esos que ayer ponía en la picota del propagandismo, habrán leído que el mínimo de extensión de hielo ártico este año es el cuarto más bajo de la historia. Son muy pocos los medios de información que se toman la molestia de explicar a sus lectores que “historia”, en este caso concreto, es un período de tiempo muy corto: las mediciones satélites fiables de extensión de hielo en el Ártico comenzaron en 1979, antes de ayer como quien dice. En estas circunstancias, lanzar un titular en el que aparece la palabra “historia” o el adjetivo “histórico” es, cuando menos, criticable.
Efectivamente, tal y como podemos ver en la gráfica superior realizada a partir de los datos más recientes del Departamento de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Illinois (más conocido como Cryosphere Today), la extensión del hielo ártico ha sufrido un lento retroceso durante estos 34 años en que la medimos. Resulta llamativa la tendencia “visual” de los datos de los últimos 5 ó 8 años a no seguir descendiendo. Casi podemos hablar de estabilidad.
No olviden que la extensión de hielo en el Ártico en las diferentes estaciones, incluso semanas, está muy influenciada por factores ajenos a la propia temperatura: corrientes marinas, fenómenos atmosféricos como tormentas y ciclones, … por eso hoy les voy a presentar un juguete nuevo. Se llama MASIE, el “Multisensor Analyzed Sea Ice Extent” del National Snow and Ice Data Center (NSIDC) que, como bien dice su nombre, utiliza diferentes -varios- sistemas de medición satelital de la extensión de hielo ártico.
MASIE ha proporcionado muy fidedignos registros durante los últimos diez años. Dado que fenómenos extraordinarios de la atmósfera pueden afectar en gran medida a las extensiones máximas y mínimas de hielo, hacer énfasis en los promedios de marzo (el máximo) y septiembre (el mínimo) puede ser engañoso. Desde la perspectiva del cambio climático, la media de los datos de extensión de hielo durante todo el año nos proporciona una mejor métrica para hacer comparaciones interanuales. Ese método nos permite una perspectiva realista sobre la fluctuación de hielo del Ártico de los últimos diez años.
Entonces, ¿qué nos dicen los datos de MASIE? Nos dicen esto:
No era esto lo que esperaban algunos, pero es lo que hay. Mientras que el hielo ártico varía mucho según la estación del año, el gráfico muestra que visto anualmente no es tanta la variabilidad durante esta última década. La fluctuación máxima es de aproximadamente +/- 4%, y los DATOS presentan una tendencia ligeramente creciente, sobre todo en los últimos cinco años. Como la gente seria pone a disposición sus bancos de datos, ustedes pueden seguir el enlace aquí, bajarse los datos brutos y contrastar personalmente lo que les cuento. Les dejo las extensiones de hielo en Millones de km2:
Year | Annual Average | March Average | Sept Average | Sept Minimum | March Max |
2006 | 10.667 | 14.260 | 5.831 | 5.641 | 14.663 |
2007 | 10.414 | 14.543 | 4.298 | 3.987 | 14.907 |
2008 | 10.995 | 15.372 | 4.427 | 4.223 | 15.662 |
2009 | 10.825 | 15.005 | 5.091 | 4.871 | 15.326 |
2010 | 10.732 | 15.221 | 4.997 | 4.717 | 15.397 |
2011 | 10.564 | 14.832 | 4.511 | 4.303 | 15.110 |
2012 | 10.688 | 15.533 | 3.633 | 3.369 | 15.822 |
2013 | 11.119 | 15.230 | 5.083 | 4.677 | 15.505 |
2014 | 11.130 | 15.133 | 5.368 | 5.066 | 15.523 |
2015 | 11.263 | 14.625 | 4.564 | 4.442 | 14.910 |
Y ahora, estimados lectores, les toca a ustedes autoresponderse varias preguntas: ¿La extensión de hielo ártico en Septiembre es menor que la que había en, por ejemplo, 1930? ¿A qué se refieren los medios calentólogos cuando haban de “historia”? ¿Es posible que estemos perdiendo premeditadamente de vista los grandes ciclos naturales para simplemente obtener beneficios políticos?
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