Es un hecho que la socialdemocracia está en crisis, una crisis gestada por ellos mismos durante décadas en numerosos ámbitos (educativo, mediático, cultural, sindical...).
La socialdemocracia surgió en Europa tras escindirse del marxismo revolucionario (implantación del socialismo por medio de la revolución violenta y la lucha de clases), ante el rotundo fracaso de todos los proyectos marxistas revolucionarios, indefendibles tanto en los medios (violencia y totalitarismo para imponer sus modelos) como en sus resultados (dictadura, miseria, corrupción, nepotismo, ausencia de libertades, persecución ideológica pero no solo...).
De esta manera, los socialdemócratas estaban a favor de la democracia liberal como medio para alcanzar el poder. Dentro de este medio para alcanzar el poder, había facciones marxistas con el fin de a través de la democracia instaurar gradualmente el socialismo y otras a favor del capitalismo, al reconocer que era el único o mejor sistema para acrecentar la riqueza de las sociedades y obtener el bienestar social. Es decir, su propuesta era el de una tercera vía, con democracia política y con control y fuerte intervención y regulación del capitalismo (un camino medio entre socialismo y capitalismo).
La socialdemocracia, fue ganando peso creciente, mientras que los marxistas fueron perdiendo protagonismo y peso electoral (del que nunca dejaron de ser una minoría a excepción de en Francia al principio), solo estableciéndose o manteniéndose mediante la revolución armada y la dictadura, financiados y sirviendo de satélite de la URSS.
La caída del comunismo a finales del siglo XX fue la estocada comunista, manteniéndose hoy solo en pequeños reductos por vía de la dictadura y la represión (cabe destacar que llegó a establecerse en cerca de la mitad del globo durante el máximo apogeo expansionista e imperialista de la URSS).
El problema de la socialdemocracia es que ideológicamente ha alimentado y adoctrinado (copando la educación y la cultura y a través también de las herramientas sindicales y mediáticas) en las ideas socialistas y marxistas, demonizando el mercado y el capitalismo para mantener la hegemonía de las ideas generando el caldo de cultivo de las nuevas generaciones.
Pero como mostraba Mises tanto en su genial obra "La Acción Humana", como en su también sensacional obra "Crítica del intervencionismo: el mito de la tercera vía", el sistema intervencionista como alternativa al capitalismo liberal está destinado a fracasar creando enormes distorsiones, destrucción del capital e ineficacia.
El populismo es la consecuencia de los errores ideológicos que dominan a la sociedad basados en la omnisciencia y omnipotencia del Estado, que copa parcelas crecientes de la sociedad civil destruyendo su libertad de acción y decisión y creando dependientes del sistema al laminar la capacidad y la responsabilidad de las personas, debido al creciente paternalismo del Estado.
De esta manera, los socialdemócratas estaban a favor de la democracia liberal como medio para alcanzar el poder. Dentro de este medio para alcanzar el poder, había facciones marxistas con el fin de a través de la democracia instaurar gradualmente el socialismo y otras a favor del capitalismo, al reconocer que era el único o mejor sistema para acrecentar la riqueza de las sociedades y obtener el bienestar social. Es decir, su propuesta era el de una tercera vía, con democracia política y con control y fuerte intervención y regulación del capitalismo (un camino medio entre socialismo y capitalismo).
La socialdemocracia, fue ganando peso creciente, mientras que los marxistas fueron perdiendo protagonismo y peso electoral (del que nunca dejaron de ser una minoría a excepción de en Francia al principio), solo estableciéndose o manteniéndose mediante la revolución armada y la dictadura, financiados y sirviendo de satélite de la URSS.
La caída del comunismo a finales del siglo XX fue la estocada comunista, manteniéndose hoy solo en pequeños reductos por vía de la dictadura y la represión (cabe destacar que llegó a establecerse en cerca de la mitad del globo durante el máximo apogeo expansionista e imperialista de la URSS).
El problema de la socialdemocracia es que ideológicamente ha alimentado y adoctrinado (copando la educación y la cultura y a través también de las herramientas sindicales y mediáticas) en las ideas socialistas y marxistas, demonizando el mercado y el capitalismo para mantener la hegemonía de las ideas generando el caldo de cultivo de las nuevas generaciones.
Pero como mostraba Mises tanto en su genial obra "La Acción Humana", como en su también sensacional obra "Crítica del intervencionismo: el mito de la tercera vía", el sistema intervencionista como alternativa al capitalismo liberal está destinado a fracasar creando enormes distorsiones, destrucción del capital e ineficacia.
El populismo es la consecuencia de los errores ideológicos que dominan a la sociedad basados en la omnisciencia y omnipotencia del Estado, que copa parcelas crecientes de la sociedad civil destruyendo su libertad de acción y decisión y creando dependientes del sistema al laminar la capacidad y la responsabilidad de las personas, debido al creciente paternalismo del Estado.
Estas ideas son las que dominan en la sociedad, y en las que crecen las nuevas generaciones, desconocedoras de las consecuencias que implican, pero alentadas por el fracaso y consecuencia de intervencionismo gradualista de la socialdemocracia (y dentro de ellas cabe incluir a los conservadores y democristianos).
En relación a esto, en el siguiente artículo, Javier de Mendizabal muestra la problemática del PSOE con Podemos, un monstruo alimentado ideológicamente durante décadas.
José Borrell, en una de las entrevistas que ha concedido estos días, confesó al fin exactamente la cruda realidad y lo que explica la inexplicable situación del PSOE (cabría decir de la socialdemocracia española y europea). Le dijo a la independiente (sic) Pepa Bueno en la cadena otrora hermana: "Respeto a Podemos y a sus cinco millones de votantes, entre otras cosas... ¡porque muchos de nuestros hijos están ahí!"
Borrell, una persona capacitada -en comparación con muchos de correligionarios, no es que esté capacitada, sino que es un master del universo- no ha sabido explicarle a su/s hijo/s nada de lo que está pasando, de lo que pasó, de dónde venimos ni a dónde vamos. Seguramente le hacía mucha gracia ver en el cuarto de los niños los posters del Ché Guevara, Lenin, Mao, Fidel, Allende y la tropa. ¡Qué gracia, Cristina, nos han salido revolucionarios, como éramos nosotros! Seguramente tampoco se paró ni un momento a explicarles qué fechorías habían cometido los retratados en los pósteres. Probablemente, porque tampoco podía explicarles por qué, siendo un socialista de pro, en el fondoanticapitalista, formaba parte del Consejo de Administración de una empresa del maldito Ibex que, encima, maquillaba sus cuentas y está en proceso concursal. Olé y olé.
Esto me ha hecho recordar a Rosa Conde, su compañera de Gabinete en algún gobierno del estadista. La señora en cuestión llamó a uno de sus hijos Vladimir Ernesto Fidel. Un pequeño homenaje a la barbarie y a aquellos viejos tiempos tan gratos en que luchábamos contra la dictadura. Señora, dígame si es cierto o no que llamó a su hijo Vladimir Ernesto Fidel. Sí. No hay más preguntas, señoría.
Uno de los hijos de Felipe González vive en Castellar de la Frontera. Uno de los últimos lugares donde todavía hay una comuna hippy. Hay días que no se ve el sol del humo, claro. El Ayuntamiento regaló una casa al padre estadista por haber "recuperado para el pueblo" una finca lindante. El pequeño González vive feliz cual perdiz, apartado del odioso capitalismo. Pinta, creo.
Luego vino el 15-M. ¡Hay, qué envidia los niños! ¡Siguen con nuestros ideales! ¡Qué monos! Varios dirigentes socialistas explicaban a los medios que "entendían perfectamente el movimiento". Movimiento que quería cargárselos, por cierto, como están poco a poco consiguiendo. Y llegó el "Rodea el Congreso", momento cumbre donde el asunto alcanzó tintes de paranoia al declarar una diputada: "les entiendo, estaría ahí fuera con ellos si no fuera porque tengo que estar aquí dentro". ¿Perdón? Mátame camión.
Y Espinar hijo (Podemos) clamando contra las 'black' de Blesa y Rato, olvidando que Espinar Senior, su padre, PSOE de toda la vida, disfrutaba de una de ellas: 180.000 euros.
Bonito ¿eh?
Pepe, pepito está de 'okupa' y se ha puesto piercings y tatuajes hasta en... ¿qué le digo? Se preguntan por el hundimiento. No pueden explicarlo ni a sus hijos. No pueden ni educarlos. No pueden ni ponerles lo que cantaba en 1970 Cat Stevens:
It´s not time to make a change
Just relax, take it easy
You´re still young, that´s your fault
There´s so much you have to know
Find a girl, settle down
If you want, you can marry
Look at me, I´m old, but I´m happy
I was once like you are now
And I know it´s no easy to be calm
When you´ve found something is going on
But take your time, think a lot
Think of everything we´ve got FOR you
Will be still here tomorrow
But your dreams may not
Father and Son
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