jueves, 5 de enero de 2017

Más predicciones alarmistas (y de sus modelos) fallidas. Ahora la lluvia

Plazaeme muestra nuevas predicciones alarmistas en este caso al respecto de la lluvia, desmontando dicho estudio con simulaciones de futuro con observaciones de la realidad global con mediciones de observaciones más completas en todo el globo y de más de 100 años. 

Y el resultado es notorio, muestran nuevamente la diferencia entre los hechos y las predicciones de los modelos. Y no, no hay cambios significativos en las lluvias desde hace 150 años de observaciones en ninguna región del mundo ni en las distintas zonas climáticas. 
Artículo de PlazaMoyua:
rain
Mira esto:
 Observaciones y detalladas simulaciones del clima con ordenador muestran una reducción en la lluvia sobre las regiones tropicales más secas (incluyendo partes de África y Australia) durante el siglo XX (ver diagrama). Sin ambrago,  la variabilidad climática natural asociada a el Niño explican una gran fluctuación de año a año en la lluvia tropical, y también las dicrepancias entre las simulaciones y las observaciones. Las simulaciones del futuro indican que continuará la mayor sequía en las zonas más secas, mientras que habrá más lluvia en las regiones húmedas según el mundo se calienta como respuesta a la concentración de gases invernadero.
Y por si no queda claro, lo dice el título:
Y el inevitable gráfico del miedo.
menos-lluvia-en-zonas-secas
El problema es el de siempre. Unas observaciones de chichinabo, probablemente seleccionadas para dar el mensaje pre-establecido.
Noticia (esperable). Unas nuevas observaciones que dejan las anteriores a la altura del betún. Y digo esperable porque ya había habido otras observaciones que dejaban claro que los modelos climáticos no acertaban ni por casualidad con la lluvia regional. Pero lo que nos interesa es lo que dicen de los modelos (experimentos les llaman, con un par). Los modelos predicen mas lluvia en las zonas húmedas y menos lluvia en las zonas secas. O sea lo malo, para variar.
Veamos la realidad recién medida – y aparentemente medida de una forma bastante completa.
wijngaarden-syed-fig2
Son sólo ejemplos, y aunque no son muy fáciles de ver sí parece claro que no hay cambios de largo plazo (de calentamiento global) en la lluvia. Ni en las zonas secas, ni en las húmedas, ni en el hemisferio norte, ni en el sur. Cero patatero.
Más claro, los puntos destacados en la presentación de este estudio en Sciencedirect.com [–>]:
  • Más de un millon de totales de precipitación mensual observados en 1.000 estaciones de 114 países.
  • Un registro mucho más largo que los tres estudios contradictorios recientes que analizaban sólo unas décadas de datos.
  • No se encuentra diferencia sustancial entre las estaciones localizadas en las latitudes norte, tropicales o sur.
  • No se ha hallado diferencia para estaciones de climas secos, húmedos, o moderados.
  • Sin cambio significativo en precipitación entre 1.850 y el presente (2.013)
El gráfico con los datos completos, en vez de en resumen, se ve claro. Sin cambios señalables por ningún sitio que se mire. Tendrás que ampliar las imágenes para poder leer los textos.
wijngaarden-syed-fig7
Los autores explican que los estudios anteriores tienen muchas diferencias entre sí, y que es normal porque usan series de no más de 50 años, y muy a menudo de menos. Y que en esas condiciones la variabilidad natural afecta mucho. Han buscado series bien repartidas por el mundo, y que tengan más de cien años.
Los puntos verdes (184) tienen entre 150 y 200 años de mediciones; los rojos (776) entre 100 y 150
wijngaarden-syed-fig1
Y resulta la película de siempre. Los modelos climáticos de los alarmistas dicen unas cosas, y la realidad dice otra bien distinta a poco que se mire con cuidado y amplitud. Y conviene no olvidar que la lluvia es un índice tan importante para definir y medir “cambio climático” como la temperatura, si no mas.
Y este trabajo va en la línea de confirmar el último estudio sobre reverdecimiento global [–>], que achacaba la mayor vegetación sobre todo a la fertilización del CO2 (70%), algo al mayor calor (8%), y nada a un cambio en la lluvia.
El trabajo acaba así:
Stations experiencing low, moderate and heavy annual precipitation did not show very different precipitation trends. This indicates deserts/jungles are neither expanding nor shrinking due to changes in precipitation patterns. It is therefore reasonable to conclude that some caution is warranted about claiming that large changes to global precipitation have occurred during the last 150 years.
Noticia desde Willis Eschenbach en WUWT:
Fuentes.
Sciencedirect:
William van Wijngaarden (uno de los autores):
La plaza:

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