Luís I. Gómez se hace eco del reciente estudio sobre que engloba todos los costes y previsión de los mismos en el periodo 2000-2025 del diseño político alemán sobre la transición energética objetivada en Alemania.
Artículo de Desde el Exilio:
El estudio(*) de la inciativa “Neue Soziale Marktwirtschaft” – una organización nada sospechosa de estar contra la famosa “Energiewende” – que acaba de publicarse es profundamente crítico con el diseño económico del gobierno alemán para su “cambio a energías renovables”. Las cifras son escalofriantes. El diagnóstico, como verán más adelante, adecuado. Pero la solución que proponen hace bueno el refrán “es peor la cura que la enfermedad”. Pero vayamos por partes.
Conceptos.
- Energiewende. Es como se conoce en Alemania el cambio de las energías convencionales (nuclear, carbón, petróleo y gas natural) a las renovables. El concepto nace del desarrollo de la Ley alemana de Energías Renovables y se convierte en la meta a alcanzar mediante la aplicación de políticas de subvención y protección de la generación de energía a partir de viento, sol, biomasa y biocombustibles.
- Umlage, EEG-Umlage. Mediante la EEG-Umlage se subvenciona a los productores de energía renovable con más de 20 mil millones de euros al año – cifra que va en aumento. Ese dinero sale de los bolsillos de los consumidores de CUALQUIER tipo de energia.
- Umlage. KWK-Umlage. Mediantwe la KWK-Umlage el gobierno germano subvenciona los costes de mantenimiento de las plantas de respaldo, concretamente aquellas que deben estar ahí funcionando para cuando no sopla el viento y no luce el sol.
Las cifras.
Desde la introducción de la Ley de Energías Renovables (EEG) en el año 2000, el porcentaje de electricidad procedente de fuentes renovables ha aumentado constantemente en Alemania en el consumo bruto de electricidad; 2015 se situó en el 32,6 por ciento. Por lo tanto se espera alcanzar el objetivo del gobierno federal para el 2050 fijado entre el 40% y el 45%.
Los costes directos de la “Energiewende” – que consisten en la suma de los EEG-Umlagen y las subvenciones a cogeneración- ascendieron en el período 2000-2015 a cerca de 133 millones de euros. De este total, cerca de 125 millones de euros se fueron directamente a pagar la EEG-Umlage. En 2025, los costes directos se estima que aumentarán hasta los 425 millones de euros, de los cuales casi 408 millones de euros irán a parar, de nuevo, a cubrir los costes de la EEG-Umlage.
Como ven en la gráfica (no se asusten, les traduzco los conceptos en el texto), el estudio no olvida los costos indirectos de la transición energética. En primer lugar encontramos el costo de instalación y mantenimiento de la red de distribución, que ascienden en todo el período hasta 2025 a unos 56 mil millones de euros. A ello debemos añadir el coste de los seguros de responsabilidad civil para eólica en alta mar, los costos de reexpedición, el costo de de entrada en la red y los costos de reserva de red y reserva de capacidad. Estos suman en los años 2000-2015 alrededor de 3,7 mil millones de euros. En el período 2000-2025 crecen hasta aproximadamente 15.05 mil millones de euros.
Pero es que hay más. Con el fin de alcanzar los objetivos de la Energiewende, el Gobierno Federal de Alemania proporciona, a través del Kreditanstalt für Wiederaufbau (KfW) y su grupo bancario KfW, créditos blandos para la inversión en el uso de fuentes de energía renovables. Con una bonificación de intereses de 1,0 por ciento ó del 0,5 por ciento, p. a., y un plazo de amortización de diez años, generó para el periodo de 2000 a 2015 costes de 3,74 millones de euros y 1,88 millones de euros respectivamente. Extrapolando esas cifras con una media del 1 por ciento p. a. los costes financieros alcanzarán en el año 2025 2.24 mil millones de euros más. En total son 5.98 mil millones de euros hasta el 2025. Además aparecen los fondos de investigación de los gobiernos federal y estatales en el campo de las energías renovables que suman en los años 2000 a 2015 poco menos de cuatro mil millones de euros. Se espera que, desde 2016 hasta 2025 se deban añadir más de ocho mil millones de euros; estos son en total 12 mil millones de euros a finales de 2025.
La promoción de las energías renovables ha cambiado las condiciones de mercado para las centrales eléctricas convencionales de manera significativa. Así E.ON, Vattenfall, RWE y EnBW han generado en los años 2010 a 2015, pérdidas por deterioro y amortizaciones por valor de casi seis mil millones de euros. Los gastos de las empresas públicas de energía para cubrir los precios negativos de la electricidad se acumulan hasta 2015 en 199 millones de euros; en total, y hasta el 2025 la cifra alcanzará los 505 millones de euros.
Y cuál es el pronóstico?
Pues el pronóstico es éste:
Tal y como hemos descrito, el costo total de la “Energiewende” en el período 2000-2015 se cifra en unos 150 mil millones de euros (nominal), y eso que para ese período no se han tenido en cuenta los costos de expansión de la red. En los años 2000-2025 podemos estimar los costes totals en unos 520 mil millones de euros (nominales) (incluyendo los costos de expansión de la red).
Per cápita (suponiendo constante la población germana en unos 82 millones de habitantes), desde los recién nacidos hasta los ancianos, nos sale un total de más de 6.300 euros, que se deberán pagar durante el período de 2000 hasta el final del año 2025. Hasta el año 2.015 ya se han pagado 1.830 euros por habitante, pero quedan alrededor de 4.500 euros por habitante a pagar hasta el fin del período. Una familia de cuatro por lo tanto paga directa e indirectamente más de 25.000 euros para lograr la famosa transición energética.
Causas y consecuencias.
Los investigadores se quejan de que con el actual modelo de financiación de las energías renovables la transición energética no es eficiente ni realizable. También se quejan de que debido a la interacción con el comercio de emisiones europeas no se genera ningún beneficio para el medio ambiente. “El fortalecimiento del comercio de emisiones sería suficiente para reducir la emisión de CO2 de manera eficiente”, explica el profesor Dr. Justus Haucap, Director de DICE y líder del estudio. Olvida el bueno de Haucap que el problema está en que el mercado de emisones de CO2 NO EXISTE, es una entelquia pura y dura… y por eso no funciona ni lo hará jamás. Qué proponen ellos entonces?
Los investigadores proponen sustituir el sistema de subvenciones (Umlagen) de la EEG por un llamado modelo de cuotas. Con el sistema de cuotas las empresas que sirven energía estarían obligadas a proporcionar un cierto porcentaje de electricidad procedente de fuentes renovables. Dicen que eso mejoraría la competitividad. Que los sistemas de cuotas obligatorias no funcionan lo saben perfectamente… los agricultores, por ejemplo.
Y usted, querido lector, qué opina? Estaría dispuesto (dispone) a pagar 25.000 euros para alcanzar el sueño de gobernantes y productores de energías renovables?
(*) El estudio (en alemán) a su disposición aquí: “Informe INSM sobre Energiewende“
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