lunes, 23 de julio de 2018

Inés Gregorio tumba el relato de la izquierda sobre Portugal: "Crecemos por las reformas de Passos Coelho"

Diego Sánchez de la Cruz entrevista a Inés Gregorio (Centro de Investigación del Instituto de Estudios Políticos) sobre la situación y evolución de Portugal y las reformas (y efectos de las mismas acometidas) y el relato (explicado en mayor profundidad en otros artículos con las distintas reformas llevadas a cabo, como aquí, aquí, aquíaquí, aquí o aquí) de la izquierda sobre el éxito de Portugal.

Artículo de Libre Mercado:
Inés Gregorio | LD
Inés Gregorio forma parte del Centro de Investigación del Instituto de Estudios Políticos de la Universidad Católica de Portugal. Libre Mercado se ha entrevistado con ella en el marco del Europe Liberty Forum que organiza cada año ATLAS Network. El objetivo de nuestra charla: descubrir los ingredientes centrales del crecimiento económico luso, para conocer hasta qué punto los buenos resultados macro obedecen a medidas tomadas por el socialista António Costa o a reformas introducidas por su antecesor, el conservador Passos Coelho.
-Vayamos al comienzo. ¿Cómo se gestó la crisis en Portugal?
La economía estaba instalada en el cortoplacismo. No había un patrón sostenible de crecimiento. Hemos estado sometidos a un régimen de gasto, gasto y más gasto. Eso ha sido Portugal desde hace décadas. El Estado siempre ha salido reforzado de cualquier ciclo económico, fuese positivo o negativo. Por tanto, los grupos con más poder de negociación en el sector público, como son los funcionarios o los sindicatos, han mejorado sistemáticamente su situación, a base de ganar privilegios y de aumentar las cargas soportadas por el sector privado. Eso es lo que nos llevó a la crisis, provocada principalmente por los socialistas.
-¿Logró el centro-derecha de Passos Coelho el inicio de la recuperación?
Creo que el balance de gobierno de su etapa es bastante positivo. Pudo hacer más, sobre todo con las pensiones, pero hubo algunas reformas interesantes. Se suspendieron algunos programas de gasto social, se limitaron los complementos salariales de los empleados públicos, se introdujeron medidas para ligar la promoción de los profesores a sus resultados y no a su antigüedad, se limitó el alcance de la negociación colectiva, se clarificaron las competencias de las distintas capas de la Administración… En el plano fiscal, protegió a las rentas bajas con inteligencia y aplicó algunos aumentos tributarios pero con inteligencia.
-La izquierda española dice que Portugal vive un milagro económico… pero lo liga a las medidas del gobierno de António Costa.
El relato de la izquierda europea, que está necesitada de casos de éxito, viene a decir que la economía está en un ciclo virtuoso. Se habla incluso del milagro portugués. Pero el crecimiento de los últimos años, que por cierto es menor que el de España, es el resultado de dos factores: por un lado, las reformas de Passos Coelho han dado resultado, aumentando el crecimiento y reduciendo el desempleo; por otro lado, los vientos de cola que han beneficiado a la economía de Portugal, al igual que ha pasado con otros países mediterráneos. La realidad es más compleja de lo que apunta la propaganda partidista.
-Entonces, ¿cómo ha cambiado la situación con Costa?
Ante todo, tenemos el problema de que en su gobierno no hay voluntad de hacer reformas. Lo que sí ha hecho Costa es recuperar algunos subsidios y algunos programas de gasto que se habían congelado o suprimido en los años de Passos Coelho. Su estrategia es disparar los impuestos especiales, aprovechando su relativa invisibilidad ante los contribuyentes. Gasolina, tabaco, bebidas, vehículos, grasas, azúcares… La recaudación de estos impuestos ha crecido en 3.000 millones solo entre 2015 y 2016, mientras que los datos para 2017 y 2018 apuntan a subidas aún más acusadas.
-Y, sin embargo, el panorama electoral confirma que Costa ha parasitado las reformas introducidas por el centro-derecha, situándose en cabeza en todos los sondeos.
El próximo año debería haber elecciones. Ya se da por descontado que ganará António Costa y, de hecho, está previsto que lo logre con mayoría absoluta. Al menos, no necesitará estar en una alianza con los comunistas y populistas que soportan su actual gobierno… Pero, en cualquier caso, en Portugal hemos vuelto a la misma mentalidad de antaño. Crecemos, pero con un modelo de más y más gasto. Ese sistema no es sostenible en el largo plazo, pero de momento Costa vive de las reformas que heredó y tiene una buena inercia a su favor.
-¿Vislumbra un cambio a peor?
Los factores que van a llevarnos a una crisis en el futuro son los mismos que nos llevaron a esta crisis. Hay indicadores preocupantes. Por ejemplo, se ha disparado de forma significativa el crédito privado, sobre todo para la compra de vehículos, también en el ámbito inmobiliario vemos aumentos excesivos… Esa cultura que recela del ahorro e insiste en gastar y gastar nos puede volver a generar problemas. No ha cambiado el enfoque y eso nos va a traer problemas. He ahí el gran problema de Passos Coelho: logró aprobar reformas, pero no explicó el fondo de los cambios. Me temo que no hemos aprendido las lecciones y que, poco a poco, volvemos a las andadas.

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