Antonio Iruzubieta analiza la situación de los mercados ante el agravamiento de la guerra comercial, cuyas consecuencias pueden no estar siendo consideradas.
Artículo de La Carta de la Bolsa:
El señor Trump desconoce lo que pasó en USA en 1930. Vamos por partes. Nueva vuelta de tuerca en la ofensiva comercial USA, el presidente Donald Trump ordenó el miércoles la imposición de nuevos aranceles del 10% a productos importados de China por valor de $200.000 millones, tal como advirtió. Además, también advirtió que escalaría hasta otros $300.000 millones adicionales en caso de nuevas represalias chinas a esta medida.
Según la oficina representante del departamento de comercio exterior americano:
- “Durante más de un año, la Administración Trump ha instado pacientemente a China a que abandone sus prácticas desleales, abra su mercado y participe de una verdadera competencia de mercado”
- “Hemos sido muy claros y precisos con respecto a los cambios específicos que China debería emprender. Lamentablemente, China no ha cambiado su comportamiento, que pone en peligro el futuro de la economía de EE.UU”.
La ralentización de la economía global es hoy un hecho que será agravado como consecuencia de las batallas comerciales, la posibilidad de que la economía USA entre en recesión en 15-20 meses es cada día mayor y podría arrastrar consigo a la economía global.
La cuestión es especialmente peliaguda por la cantidad de desequilibrios y distorsiones de mercado -comprados contra deuda- y porque nadie sabe cómo responderán los mercados y cuál sería la profundidad de un problema de recesión global cuando los niveles de deuda en el mundo están en máximos históricos, rondan los $237 Billones, y la dependencia económica y financiera de la deuda es completa.
Cuando se aplican medidas similares a unas ya probadas, esperando consecuencias diferentes algo no funciona.
Recordemos la guerra comercial impulsada en los años 30 por USA cuando aprobó la ley “Smoot-Hawley Tariff Act” el 17 de junio de 1930, propuesta por los senadores Reed Smoot y Willis C. Hawley, que impuso aranceles a los productos importados tratando de mitigar los efectos de la Gran Depresión iniciada en 1929.
Las consecuencias fueron desastrosas, USA sufrió represalias de todos los países atacados por la Ley proteccionista y la crisis de intensificó hasta que Roosevelt optó por eliminarla en 1934. Los acuerdos de Bretton Woods de 1944 acordaron que ningún país tenía derecho a imponer aranceles unilateralmente como los establecidos por la Ley Hawley-Smoot.
Bien el Sr.Trump es un habilidoso negociador y guarda la posibilidad de actuar exitosamente en algún momento de la batalla o bien se trata de un verdadero kamikaze. Atacar a sus socios comerciales globales imponiendo aranceles en un momento especialmente inestable marcado por una economía artificial, múltiples burbujas de activos y excesos de deuda en USA, como alrededor del mundo, son factores que invitan a descontar un escenario aciago para el futuro de la economía y finanzas globales.
Ciertamente, China no podrá adoptar represalias proporcionales a la última ofensiva de Trump, porque sencillamente USA no exporta a China tal cantidad, menos aún si Trump decide cumplir su advertencia de imponer aranceles a otros $300.000 millones de productos chinos.
China exportó a USA $506.000 millones en 2017 pero USA a China algo menos de $200.000.
Pero China puede actuar con otras medidas e infligir gran daño a numerosas empresas USA con intereses en China, con plantas de fabricación, con elevadas cuotas de mercado y crecimientos de negocio que en muchos casos están contrarrestando la debilidad de sus negocios en USA.
En este sentido, algunos iconos americanos comentadas en el post del pasado 5 de julio (Aranceles… Qué empresas USA conviene vender“) son hoy inversiones de riesgo alto ante la gran incertidumbre y que sólo una decisión de las autoridades chinas puede hacer cambiar el rumbo de sus negocios de la noche a la mañana.
Ayer las bolsas USA continuaron al alza y haciendo oídos sordos al trasfondo de riesgos comerciales, pero también de política monetaria, curva de tipos, enfriamiento económico, excesos de valoración, etcétera.
El índice Dow Jones fue el más fuerte de la sesión al anotarse un +0.58%, el S&P500 subió un +0.35% y el Nasdaq un 0.04%.
S&P500 diario
La suerte alcista duró el tiempo que la sesión permanecía abierta, cuando cerró la jornada bursátil los inversores comenzaron a descontar las posibles consecuencias del recrudecimiento de la guerra comercial y los futuros comenzaron a caer con cierta fuerza. Durante la noche y mañana europea, los futuros -globex- de los índices USA vienen cayendo alrededor de un punto porcentual.
Atención al área de los 24.500 puntos del Dow Jones, su perforación en cierres será un motivo de nerviosismo para los operadores de más corto plazo, atraerá ventas y caída presumiblemente pronunciada de las cotizaciones.
DOW JONES 60 minutos
El último informe de mercados emitido por Morgan Stanley contiene una inusual reseña, un mensaje raramente incluido en los informes de Wall Street como es infraponderar el sector tecnológico, es decir, VENDER ante los riesgos de ralentización económica y de los beneficios empresariales, derivados de la guerra comercial en un entorno de valoraciones del sector disparadas:
- “While we are not worried about an economic recession as the catalyst for underperformance in these market leaders like it was back in early 2016, we do think that 2Q earnings season will bring an inevitable acknowledgement from companies that trade tensions increase the risk to forward earnings estimates, even if managements don’t formally lower the bar.
- Throw in the fact that these stocks have rarely, if ever, been so over-loved and over-owned, and the risk of a proper rain storm in this zip code increases significantly”.
El sector tecnológico, con FAANGs a la cabeza, ha sido el principal motor del conjunto del mercado en los últimos años y cualquier proceso correctivo será trasladado al conjunto del mercado. Los riesgos proteccionistas pueden terminar siendo el catalizador de la necesaria limpieza de mercado, con Apple en el punto de mira, según argumentos explicados en post reciente que recogía las empresas con mayor riesgo a una escalada proteccionista China-USA.
El índice tecnológico, Nasdaq, presenta una tendencia alcista excesivamente prolongada y con síntomas de cansancio, pérdida de momentum y divergencias de medio plazo. La estructura de la pauta es delicada y puede ser quebrada ante cualquier proceso de ventas de corto plazo. En tal caso, incidirá en la psique de los inversores con orientaciones al medio y largo plazo.
NASDAQ-100, semana
Además, el posicionamiento de los expertos, según Smart Flow Index, también mostrado en post recientes, o la ponderación de los inversores privados recogen información muy elocuente. Los inversores más avezados llevan tiempo reduciendo ponderación al riesgo mientras que los particulares hacen justo lo contrario. Cautela!.
El porcentaje de efectivo que mantienen los inversores particulares en sus carteras ha alcanzado niveles mínimos, se sitúa en el 10%, por debajo incluso de los mínimos registrados antes de la crisis de 2007, vean:
Curiosamente, el posicionamiento parece estar reñido con el sentimiento, en una coyuntura donde reina la falta de coherencia. Según la última encuesta de AAII -American Association of Individual Investors- la predisposición de los inversores es alcista en un 27.9%, neutral el 32.9 y bajista el 39.2%.
El Sr Zuckerberg, fundador y principal accionista de Facebook, tampoco manifiesta gran confianza en el recorrido de sus acciones en FB, según las ventas de acciones que ha efectuado en pasadas semanas.
La economía crecerá fuerte en el segundo trimestre, aunque algo menos del 4% proyectado (el último registro actualizado del modelo de cálculo en tiempo real de la FED de Atlanta, GDPNow, ha caído por debajo y es un indicador que suele errar por exceso, veremos!
Los índices de sorpresas económicas USA continúan a la baja y los últimos datos de actividad ISM siendo razonablemente buenos, contienen alguna lectura para la inquietud, como es la de pedidos nuevos, que ha caído sustancialmente.
La correlación ente Pedidos Nuevos y la rentabilidad del Bono 10 años USA es bastante estrecha y estaría anticipando un interesante y peligroso comportamiento de la rentabilidad del bono, asunto que continuaremos explorando en detalle en el post de mañana.
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