Ha vuelto a ocurrir (como era de esperar). La inquisición de la posverdad ha vuelto a atacar en masa una nueva manifestación pública que discrepe con de la Verdad Absoluta impuesta desde la dictadura progresista de lo políticamente correcto, bajo la cual no está permitida opinión alguna que se salga del dogma establecido ni debate racional ni argumentación al respecto.
Hay que asentir sin pensar ni razonar cual credo y lego ante la homilía ejercida por los inquisidores de nuevo cuño.
Analicemos por tanto las declaraciones del juez y las "argumentadas" respuestas de la presentadora y contertulios (en su misión de buscar que se redima así como que pida perdón públicamente por sus pecados, prometiendo que no volverá a pasar, como en tantas otras ocasiones, varias estos mismos días).
En primer lugar, ¿qué fue lo que dijo el juez?
Lo que dice Antonio Salas es que no todos los actos de violencia de un hombre a una mujer en su hogar se debe a machismo. Los hay que sí y los hay que no, pues otras variables entran también en juego, poniendo como ejemplos, la fuerza física superior de los hombres y la maldad de las personas (del agresor en cuestión), y que explican también otros muchos casos que se producen por la dificultad o encontronazos de la convivencia.
Pues bien, estas sencillas declaraciones son irrefutables, por mucho que le pesen a muchos, a nada que uno emplee el sentido común, y tenga un mínimo de conocimiento de la psique humana, de la acción humana y los incentivos que le llevan a actuar y de la evidencia y hechos fácilmente demostrables.
Analicemos un poquito todo esto poniendo los puntos sobre las íes y dejando de lado el dogmatismo ideológico. Por cierto, es típico de los demagogos poner en boca de su oponente palabras que no ha dicho en ningún momento para intentar desprestigiarle de cara a la opinión pública desacreditando así cualquier declaración o idea que pueda hacer. Y de esto podemos escuchar numerosas en la entrevista de La Sexta (que he enlazado), ya no digamos en las redes sociales y otros medios sin réplica, empleadas torticeramente para quemar cual bruja en la inquisición al blasfemo.
Sin ir más lejos pretenden decir que defiende que "el machismo no está detrás de la violencia de género", cosa que para empezar no dijo en ningún momento. Pero ya sabemos el nivel...
Y ciertamente...
-¿Existe el machismo en la sociedad? Sí. ¿Ha dicho lo contrario Salas? NO.
-¿Explica el machismo comportamientos violentos y crímenes de hombres a mujeres? Sí. Ha dicho lo contrario Salas? NO
-Hay más casos de violencia de hombres a mujeres que al revés? Sí. ¿Ha dicho lo contrario Salas? NO
-¿Pero existen también las muertes de hombres a manos de mujeres? Sí. ¿Se puede negar esto? NO (como tampoco se puede negar lo anterior).
Empecemos por lo nuclear. Afirmar que todo acto de violencia de un hombre a una mujer es un acto de violencia machista, como pretenden afirmar los críticos y linchar mediáticamente al juez por negarlo no solo es ridículo sino que se cae por su propio peso.
¿Qué es el machismo? Pues no es otra cosa que una actitud que sostiene que el hombre es superior a la mujer por naturaleza, y que por tanto no debe haber igualdad entre ellos. Un acto de violencia machista se dirige pues contra la mujer por el mismo hecho de serlo, no por ningún otro motivo ni causa.
La afirmación de que todo acto violento del hombre a la mujer es un acto machista implica que no hay otra causa de una acto violento que el mero hecho de que la victima sea mujer. Pero esta es una afirmación de una cortedad de miras y consecuencia de un análisis tan pobre y vacío que es hasta sorprendente ver las reacciones. Esto quiere decir que el hombre es realmente bondadoso (excepto por dicho motivo) y no hay situación alguna que le pueda hacer violentarse a excepción de un legado histórico (el machismo).
Pero entonces ¿qué le hace diferente a la mujer que sí puede cometer asesinato al hombre en el hogar sin esta causa de por medio? ¿Por qué ninguna de dichas razones aludidas sirven para el hombre?. Y ¿cómo puede ser que el hombre mate o cometa violencia doméstica contra otro hombre? ¿Los motivos que le llevan a ello no valen si lo hace con una mujer? ¿Y de una mujer contra otra?
Precisamente lo que dice el juez es que el machismo no es la explicación a muchos casos de violencia de un hombre a una mujer, como no lo son de un hombre a un hombre, de una mujer a un hombre o de una mujer a una mujer. Pensar lo contrario es sencillamente absurdo. Así de claro. El motivo en muchos casos comunes a todos los géneros son los problemas de convivencia, que llevan a dichos actos de violencia, no que se hagan sencillamente porque una sea mujer. El error es generalizar que toda violencia de hombre a mujer sucede por sexismo machista. Si fuera así, no habría violencia de mujer a hombre, de mujer a mujer o de hombre a hombre.
De hecho, la violencia doméstica entre gays y lesbianas es tan elevada como la heterosexual, aunque no se publicite ni se de a conocer tanto (y hay diversas razones de ello).
Así, desde que se toman estadísticas (1987) se han recogido diversos estudios sobre el porcentaje de la misma (la mayor tipo de violencia son los empujones, forcejeo hasta llegar en menor grado a restricción, puñetazos o golpes y bofetadas -Merrill y Wolfe, 2000-), si bien hay que tratarlas como aproximaciones:
Es decir, la violencia se da en todas las relaciones de pareja, indistintamente del género. Y las causas son similares y en muchos casos las mismas, entre heterosexuales y homosexuales.
Podemos citar (y este listado proviene de LGTB junto con organismos universitarios y de salud) distintas motivos de prevalencia de violencia doméstica, que se agrupan en 14 categorías: 1.- La dependencia financiera, 2.- Ingenuidad / inexperiencia, 3.- El amor, 4- La esperanza para el cambio, 5.- La soledad, 6.- El compromiso, 7. La dependencia emocional, 8.- La habilitación por el ciclo de la violencia, 9.- El miedo, 10.- La culpa, 11.- La baja autoestima, 12.- La atracción física, 13.- La dependencia física, 14.- Sentirse atrapado.
Estas situaciones otorgan conductas abusivas a una de las partes que ocurre en relaciones íntimas por la que una de las partes coacciona, limita y controla a la otra parte. Por ejemplo, muchos estudios sostienen que los factores económicos del control de la mujer es mantener a las mujeres económicamente dependientes de sus esposos y por lo tanto vulnerable a la violencia. Lo mismo pasa en las relaciones gays, especialmente cuando las parejas son conformadas por hombres adultos solventes con jóvenes estudiantes y que aún no trabajan o porque sus familias (padres y a veces hermanos) dependen de la ayuda económica de la otra parte.
Y esto casa a la perfección con otra cosa que dijo el juez, y que nuevamente tiene toda la razón y sentido si se emplea el raciocinio y no el dogma establecido: "la mujer no repele la agresión porque piensa que entonces el hombre se enfurece más", lo cual es un comportamiento humano y extendido en la casuística de mujeres maltratadas. Esto hace crecerse en el tiempo a la persona violenta, pues impone su superioridad y coacción sin freno alguno.
Lo que se une a otra de sus declaraciones, y que no puede ser más evidente, y es que dicha violencia se produce en mayor medida debido a que el hombre es más fuerte que la mujer, y que en consecuencia, en igualdad de fuerza física, habría menos machismo (que en ningún momento niega que exista hoy). Esta aseveración es innegable tanto a nivel evolutivo como a nivel racional. Y negarlo es sencillamente otra muestra de profunda incompresión o falta de capacidad (si se pretende descartar la cuestión de interés o dogmatismo).
Si precisamente el machismo es la actitud que sostiene que el hombre es superior a la mujer, esta actitud proviene de un hecho real de sometimiento de la mujer al hombre por una cuestión precisamente de superioridad física. De una desigualdad de poder. Eliminada esta desigualdad (o incluso invertida), dicha actitud sencillamente se desvanece en gran medida (podría haber otro tipo de odios o sesgos negativos como los hay al extranjero, a otra raza...y en la misma medida que tuviera una mujer en sentido contrario o con otros sesgos que comparte, y que no vienen definidos por una desigualdad de poder).
Y el ejemplo que da y que algunos no quieren entender es bien ilustrativo. El grandullón de clase que dada su superioridad física, agrede a otros compañeros de clase, no lo hace por machismo (lo hace además generalmente contra otros chicos), sino porque dicha superioridad le otorga ventaja para imponerse a la otra parte, como puede ocurrir entre un hombre y una mujer.
Pero es que es fácil de mostrar. Con esta situación de superioridad de poder, cuando la tiene la mujer, actúa de la misma manera. De hecho las mujeres ejercen la misma violencia familiar que los hombres contra los niños, según muestra el propio Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), con un estudio del Observatorio Contra la Violencia Doméstica y de Género sobre los menores muertos a manos de sus progenitores.
Y la presentadora Mamen Mendizábal, en su al parecer limitada capacidad comprensiva, o ante la ausencia de respuesta y argumentos ante lo evidente, vuelve erre que erre (en distintas ocasiones) a decir obviedades que nadie ha negado (pues el punto de debate es otro), reiterando por ejemplo que "si no cree que hay actitudes machistas en la sociedad (...) que generan comportamientos violentos". Esto es tan absurdo que uno no puede más que preguntarse si nos toman a todos por idiotas o hay mucho idiota en los medios de comunicación (diría que ambas cosas). Es otra vez lo mismo. Nadie niega eso ni nadie ha dicho eso. Lo que se dice es que no todo acto de violencia es machista ni se puede generalizar. Pero es que además ella misma se contesta no generalizando: "una cosa son los choques de la convivencia y otra cosa son los choques que llevan al asesinato de la pareja". Es decir, que o bien hay unos casos por convivencia (que no por cuestión de sexo distinto) y otros referidos a machismo, que es lo evidente y lo que defiende el juez, y que por tanto no se puede generalizar, o bien la ilusa presentadora cree que todas las muertes domésticas son por una cuestión de que la victima sea una mujer por el hecho de serlo, con lo que tendrá que demostrar que hace diferente a los heterosexuales masculinos de las femeninas, o de los gays y lesbianas que matan a sus parejas. Del todo absurdo para alguien con más de dos neuronas.
¿Tan difícil es realmente entender esto? y como no puedo creer que esto sea así, el problema es que la mente de algunos está tan ideologizada y adoctrinada que no entra en razón alguna, que es lo que ocurre en cuestiones de fe. ¿Si un hombre tiene un conflicto con otro es por machismo? O por un problema que ha surgido entre ambos por x razón, que nada tiene que ver con que la otra persona sea un chico o no? ¿y si el conflicto es entre dos chicas es por machismo o hembrismo o por un problema entre ambos por un motivo que puede ser muy diverso? ¿Y si es de una mujer a un hombre es por hembrismo o por un problema surgido entre ambos que no tiene que ser porque el otro sea chico o chica? ¿Y de un hombre a una mujer? Todo conflicto con consecuencias indeseadas es porque el mero hecho de que la otra parte es una mujer o porque es con quien trata o convive y han tenido un motivo de discusión...que ha ido a mayores, por un motivo x, y que no tenga que ver que eso se produce porque tiene un sexo distinto y el hombre piense que es inferior? ¿De verdad hay que discutir este tema más de 10 segundos?
La presentadora vuelve a hacer el ridículo de una manera pavorosa a continuación. Se refiere en este caso al número de victimas, que como es sabido es mayor en el caso de las mujeres que en el de los hombres. Aunque si por algunos fuera solo es un problema si muere una mujer, si muere un hombre no pasa nada. De hecho solo se lleva un registro de violencia de género cuando son victimas las mujeres, pero no los hombres (para saber su número hay que ir a las noticias de sucesos), algo de lo que por supuesto no se habla, no sea cosa que alguien piense que la maldad no solo es propia del hombre, como algunos pretenden atribuir por el hecho de serlo generalizando a todos por igual y demonizándolo (y eso es lo que persigue la ideología de género, otra rama del marxismo cultural empleada como herramienta política para obtener diversos réditos).
Se pretenderá hacer creer, y así se desprende de estos dogmáticos, que solo hay un problema con las victimas de sexo femenino, y que las victimas masculinas son residuales, y que no importan, uno por cada 100 casos de mujeres, no?
La realidad sin embargo, no es la que nos cuentan. Sin ir más lejos, en 2014, el número de mujeres muertas a manos de hombres fue de 51, mientras que el número de hombres muertos a manos de mujeres fue de 30.
Lo cierto, como se observa es que hay también un problema con las victimas masculinas, que también sufren violencia a manos de la mujer, y como también explica bien el juez aunque son menos, "hay mucha cifra negra porque el hombre no denuncia", al igual que pasa con los homosexuales, que por cuestiones sociales diversas no denuncian. Tanto hombres como homosexuales sufren una invisibilización y desatención al no encajar en el paradigma de la violencia de género creado (literatura al respecto: (Elliot, 1990; 1996; Gonsioreck y Weinrich, 1991; Island y Letellier, 1991; Leventhal y Lundy, 1999; Renzetti y Harvey, 1996; Ristock, 2002).
Sin embargo, la demagogia y la inquisición montada (y seremos una vez más políticamente incorrectos pero sinceros, el negocio y los múltiples intereses generados a su alrededor, por cierto, algo fácil de evidenciar) al respecto de este tema no tiene fin.
¿Y es que acaso hay que juzgar distinto a un hombre que a una mujer si realizan el mismo acto punible? La propia presentadora, afirma que sí porque es más habitual. El colmo del despropósito. Y esto es lo que ocurre con esta aberrante ley, que incumple un principio fundamental de las leyes justas y de la Constitución, el principio de igualdad ante la ley, sin discriminación por religión, raza o sexo. Hablamos por ejemplo de penas distintas según la cometa un hombre o una mujer o el aplicar a los hombres una presunción de culpabilidad (en lugar de inocencia), propio de un régimen totalitario.
De ahí que se pregunte el juez, y con toda la razón, cómo un mismo hecho, un asesinato o acto violento sea juzgado de manera distinta por cuestión de sexo. ¿Es esto la igualdad que se busca? ¿No es esto lo que se criticaba, una desigualdad de trato por género antaño? Son superiores las mujeres a los hombres para tener un privilegio de trato? Y como bien ha afirmado "la verdad es que si no hay mujeres maltratadoras, ¿qué problema hay en igualar el tratamiento penal? Más sonido de grillos.
Y es que precisamente de esto también se quejan los colectivos homosexuales, de su tratamiento discriminado respecto al que se le da a la mujer si el agresor es un hombre. ¿Por qué si se les concedió un matrimonio de primera, padecen una violencia doméstica de segunda, como le ocurre al hombre heterosexual? Y la conclusión no puede ser más clara. La violencia y el odio no pueden tener respuestas diferentes dependiendo de la orientación sexual o sexo de la pareja, como pretenden los inquisidores del género.
¿Qué dice también el juez? Otra obviedad, relacionado con lo comentado previamente. Que no toda violencia del hombre a la mujer (ni viceversa) es un problema educacional. ¿Acaso la educación acaba con el robo, los delitos o los asesinatos?. O como dice, ¿Acaso no tienen muchos maltratadores la misma educación que los no maltratadores? Pues evidentemente. Por ello tiene que ver la cuestión de la maldad del ser humano (que no es ajeno a ella). Y de la misma manera que unas personas actúan de una manera correcta, las hay que actúan haciendo el mal. Cualquiera que no quiera entender algo tan racional y obvio tiene un problema. Y la aclaración es pertinente. Hay casos que sí responden a machismo y la educación resuelve o palía dicha situación pero otros casos, por supuesto que no.
De hecho, por mucha educación que se de, y se ha dado mucha al respecto, el número de victimas nunca será de 0 (la denominada tasa de inevitabilidad). Y de hecho, tras más de una década de ley y muchos miles de millones empleados, el número de victimas sigue siendo el mismo, y de hecho es superior al año en el que entró la ley (52 victimas en 2005) y al año previo a existir ninguna ley que "protegiera" a la mujer (45 victimas).
Pretender no admitir crítica alguna a una ley funesta desde múltiples puntos de vista que no obtiene resultado alguno y crea desigualdades ante la ley por cuestión de sexo es sencillamente esclarecedor del interés de la enorme industria ideológica creada, y que vive de y por esta ley, que le lleva a negar cualquier consecuencia negativa y minimizar su nulo impacto sobre un problema para el que se suponía que había sido creada y debía resolver.
La bondad de una ley no se mide por sus supuestos fines, sino por sus medios empleados y los fines conseguidos (no perseguidos) y consecuencias que conlleva. Y se mire por donde ser mire, esta ley no solo no es buena, sino que es manifiestamente mala y contraproducente.
La bondad de una ley no se mide por sus supuestos fines, sino por sus medios empleados y los fines conseguidos (no perseguidos) y consecuencias que conlleva. Y se mire por donde ser mire, esta ley no solo no es buena, sino que es manifiestamente mala y contraproducente.
Lo mejor y más surrealista de todo fue la intervención del colaborador Benjamín Prado, cuando comenta que "los argumentos de Salas sirven también para la pederastia o los atracos. Que los niños que reciben abusos es porque son más débiles que sus agresores y que los atracos se producen porque los cajeros no tienen armas para repeler a los atracadores", pero que "dicho argumento le parece un disparate"!!! ¿Pero sinceramente esto va en serio? Acaso alguien con un mínimo sentido común no entiende que si el agresor no tuviera una diferencia de fuerza a favor intentaría agredir a la victima o robar a alguien. Por qué entonces va a atracar alguien armado? Por qué hay una violación con empleo de la fuerza? Intentaría invadir un país sin ejercito a otro fuertemente armado o sería al revés. ¿Se puede decir tales barbaridades sin entender (o reconocer) que es precisamente la cuestión de superioridad de poder la que lleva a ejercer un acto violento que de no poseerse no ocurriría (u ocurriría al revés)?
Y ante la evidente pregunta de que diferencia hay entre un hombre celoso que mata a su pareja por ello y una mujer celosa que mata a su pareja por ello, sencillamente, evade la respuesta (como siempre) para responder que la diferencia es entre el que mata y la muerta, y que no tiene que imaginar nada, que ve las cifras de crímenes (solo ve las de un lado que son las únicas que se recogen y de las que se habla como he comentado antes). Como es habitual monólogo de besugo que no responde argumento alguno.
Y ya la apoteosis es al final, donde la presentadora, después de 20 minutos hablándose el tema le dice al magistrado "que no le diga que en los violencia de género no le diga que no hay machismo, que dice que no solo hay machismo, pero que no le diga que no hay machismo". El acabose que evidencia cómo sigue sin entender un ápice de todo lo que se está hablando y dice el juez (y que es algo que no ha dicho en ningún momento).
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