La Universitat ofrecerá el 46 % de las clases en valenciano el próximo curso

Otra muestra de totalitarismo e imposición política, que no es otra cosa para lo que sirve la educación pública. 

No son las personas o las familias las que eligen en qué lengua quieren recibir las clases, cualquiera de ellas legítima. Es el político y la nauseabunda estrategia política y nacionalista que hay detrás, las que deciden qué lengua has de emplear, quieras o no.

¿Si la gente quiere recibir las clases en valenciano o castellano, por qué no pueden hacerlo? Y si la libertad de elección lleva a un 80-20, 70-30, 50-50, 10-90 o cualesquiera que de, ¿qué problema hay? Por qué no sacan sus sucias manos de una vez de las relaciones entre las personas imponiendo lo que tiene que hacer y cómo hacerlo cada uno?. 

No es libertad, es imposición. Es la ingeniería social de todo dictador que se precie que debe imponer a sus súbditos qué hacer, creando conflicto constante en la sociedad. Es fascismo en estado puro. Y por supuesto, esto será el principio. Pues el objetivo es más que evidente. 

Artículo de Levante: 

La Universitat de València (UV) ofrecerá, como mínimo, un 46 % de las clases en valenciano durante el próximo curso 2019-20, según los criterios de la Oferta de Curso Académico (OCA) aprobados ayer por el Consell de Govern.

El Plan de Incremento de la Docencia en Valenciano de la UV fija que cada año se aumente la oferta un 3 %, hasta conseguir llegar al 50 % en 2022.

Según el documento aprobado, el número de horas de docencia en valenciano en cada titulación no puede ser inferior al 46 % sobre el total no impartido en una lengua extranjera; y siempre que de una asignatura se ofrezca más de un grupo, en lengua no extranjera, al menos uno tiene que ser en valenciano. En las titulaciones donde solo haya un grupo, al menos un 46 % de la docencia que no se imparta en una lengua extranjera se debe ofrecer en valenciano.

Los estudiantes, contra Juan Roig

La Asamblea General de Estudiantes (AGE) de la UV ha pedido a la rectora, Mavi Mestre, que revoque el nombramiento de Juan Roig, presidente de Mercadona, como doctor honoris causa. «No compartimos los motivos por los cuales se le ha otorgado este título académico, que consideramos divergentes a los comúnmente meritorios », subraya el manifiesto de la AGE.