Carlos Rodríguez Braun comenta brevemente el cierre (casi antes que su salida al mercado) de su panfleto propagandístico, periódico, de reciente lanzamiento, comentando brevemente las muy diversas mentiras de sus noticias, sorprendente, cuando según Echenique, era una publicación "única" que "al fin dice la verdad"...
Artículo de su blog personal:
He leído una triste noticia: parece que Podemos cierra su periódico, La mitad del camino hacia un nuevo país. Su presentaciónfue un acto vistoso: el señor Pablo Echenique saludó el nuevo medio podemita como único, por ser una publicación que “al fin dice la verdad” y “no huele a caca”.
El periódico es, realmente, una joya. Anuncia: “Acuerdo presupuestario para mejorar la vida de la gente”. Obviamente, no puede referirse a la gente que lo va a pagar, y que serán millones de personas, puesto que el acuerdo comporta un aumento del gasto público, que el periódico saluda alborozado. Nadie puede creerse que sólo lo pagarán los millonarios.
Saluda también a un grupo de interés: “los taxis en huelga para defender un servicio público frente a los buitres con sede en paraísos fiscales”. Esto no es cierto, pero sí es probable que por la acción de Podemos muchos trabajadores de las empresas de VTC perderán su empleo.
Más: “Unidos Podemos consigue que las pensiones se actualicen al IPC”. No dicen ni una palabra sobre la sostenibilidad del sistema. De igual modo, se elogian por bajar la luz, sin decir nada sobre cuánto y a cuántos se la terminarán subiendo.
Este titular es mi favorito: “mientan lo que mientan, los autónomos pagarán menos”. Sabían que era mentira, siempre fue mentira, pero un clásico de la izquierda es acusar de mentir a los demás.
Estos angelitos se felicitan por subir los impuestos a las casas de apuestas, “un aumento de los impuestos a estos negocios sin alma”, que, naturalmente, emplean a trabajadoras que serán despedidas por culpa de estos moralizantes paradigmáticos.
Aplauden el aumento del salario mínimo a 900 euros, “la mayor subida de la democracia”, sin mencionar sus costes o efectos colaterales. Son rápidos para acusar a sus adversarios de franquistas, pero proponen una típica medida franquista: “regular las subidas máximas del alquiler en zonas donde los precios están aumentando demasiado”, como si no hubiera miles de años de experiencia sobre lo que sucede cuando el poder fija los precios. Podrían mirar en Venezuela, pero de Venezuela (¿lo adivina usted?) no dicen nada. Sólo empezó a decir algo Pablo Iglesias hace pocas horas, pero se burlaron durante años de los que criticábamos la tiranía chavista.
El precio del periódico es, o era, “una sonrisa”.
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