lunes, 21 de noviembre de 2016

Facebook y las noticias falsas: ¿prefieren la censura a que los lectores seamos críticos?

Elentir muestra la muy peligrosa iniciativa de Facebook sobre las noticias falsas, sus implicaciones y lo lejos que puede llegar la censura y precisamente, la manipulación y el servilismo.

Artículo de Contando Estrelas: 
Anteayer Mark Zuckerberg, creador de Facebook, publicó un anuncio en su perfil que nos debería llenar a todos de inquietud a propósito de la desinformación en esa red social.
Lo que prepara Facebook para controlar la información que te llega
En ese mensaje, Zuckerberg anuncia la puesta en marcha de una serie de medidas con las que Facebook intentaría poner coto a las noticias falsas. Además de sistemas propios para detectar la “información errónea” -algo muy complicado, desde luego-, comenta la posibilidad de que “la gente informe sobre noticias falsas”, o que las informaciones sean verificadas por “terceros”, es decir, por organizaciones dedicadas a la verificación de noticias. También apunta que podría ponerse en marcha una funcionalidad para que sean los propios usuarios los que marquen las noticias falsas. Así mismo, a los sitios señalados por emitir esas informaciones erróneas se les podría denegar al acceso a promociones en Facebook. Pero lo que más me inquieta es leer lo siguiente:
Vamos a seguir trabajando con periodistas y otras personas en la industria de noticias para recibir sus aportaciones, en particular, para entender mejor sus sistemas de control y aprender de ellos.”
Un anuncio motivado por el ‘trumpazo’ de los grandes medios en EEUU
A nadie se le esconde que si este anuncio aparece ahora es por el resultado de las elecciones presidenciales en EEUU, un resultado que ha dejado descolocado a muchos, pero especialmente a esa amplia mayoría de medios que había apoyado a Hillary Clinton. Medios que, en algunos casos, se habían puesto de acuerdo en secreto con la candidata demócrata para favorecerla, como desvelaron diversos mensajes publicados por Wikileaks. Lo que estas elecciones han demostrado es el descrédito del periodismo tradicional, no tanto por la falsedad de sus informaciones como por su tendenciosidad: el sistemático ocultamiento de ciertos asuntos incómodos para Hillary ha sido tan cantoso como la saña con que muchos medios atacaban al candidato republicano.
Una censura ideológica que llega más lejos de lo que muchos imaginan
Por supuesto, las elecciones en EEUU no han sido el único escenario en que numerosos medios han actuado con el claro propósito de distorsionar la realidad al servicio de ciertos intereses políticos. Antes de conocerse ese anuncio de Zuckerberg, Jean Quatremer, periodista del diario progresista francés Libération, admitió que los principales medios franceses manipulan la realidad y alteran deliberadamente los nombres árabes en muchos caso de violación, a fin de “no despertar el populismo” en un país donde el Frente National, con un discurso antiinmigración, está registrando un fuerte ascenso. Esta política mediática consiste en engañar a los lectores, a los que se le debe presentar una realidad alterada o mutilada para evitar que saquen sus propias conclusiones sobre la realidad de los hechos. Esto es una traición al verdadero periodismo, para el que los hechos deberían ser sagrados. Por desgracia, manipulaciones como ésa están siendo cada vez más frecuentes e incluso son defendidas en aras de la corrección política y de una interpretación puramente ideológica de la “no discriminación”. Ya he comentado aquí el caso de la televisión pública de Suecia censurando palabras como “inmigrante” o “refugiado”la ocultación mediática de las violaciones cometidas en Alemania por inmigrantes musulmanes e incluso el silencio mediático sobre los ataques a iglesias en España cometidos por un marroquí.
Del negacionismo a la muerte del pluralismo informativo
Imaginemos lo que pasaría si Facebook permite a ciertos grupos conseguir que determinadas noticias no lleguen a sus usuarios. ¿Sería un triunfo del rigor informativo o de la censura? Me limitaré a citar un ejemplo de lo que puede pasar: hace poco hablé aquí de los crímenes cometidos por la dictadura de Lenin, mostrando cifras e imágenes de los mismos. Se trata de información obtenida de diversas fuentes y que se puede consultar en libros de historia. A pesar de ello, he leído a no pocos internautas comunistas negándolo todo e incluso cuestionando lo publicado con la falacia ad hominem: como eso lo publica un blog al que ellos tachan de ultraderechista, entonces no puede ser verdad. Por la contra, si una noticia aparece en La Sexta, El Diario de Escolar o Público, entonces es verdad porque sí. Yo aquí siempre me molesto en ofrecer enlaces para que los lectores podáis comprobar la veracidad de lo que publico, pero para algunos eso es irrelevante. Este blog ya apareció en una “lista negra” del PCE en 2007 y para algunos lo que aquí se publica, por muy veraz que sea, es mentira sin más porque no les agradan mis opiniones. Imaginemos lo que puede ocurrir si ese mismo marcaje se aplica a escala global en una red social que actualmente cuenta con 1.790 millones de usuarios activos. Sería la muerte del pluralismo informativo.
Lo que menos les interesa a algunos: que los lectores sean más críticos
Por supuesto, con todas las medidas que ha sugerido, Zuckerberg parece inclinarse por las soluciones más fáciles y que más complacen a los medios de masas. Y es que podría dar la impresión de que tras lo ocurrido en EEUU, lo que buscan los medios es lectores mejor informados, pero todo parece indicar que lo que buscan en realidad son lectores más obedientes, que no se cuestionen lo que publican esos grandes medios, precisamente cuando tenemos -gracias a Internet- más facilidades para contrastar esas informaciones. La solución más eficaz pero también la más difícil frente a las noticias falsas es animar a los electores a que sean críticos con lo que leen.Llevo 12 años intentándolo desde este blog. Desde aquí he denunciado diversos bulos, algunos de ellos publicados en grandes medios -¿cuántos no han leído, por poner un ejemplo, todo tipo de patrañas sobre Nostradamus sin ninguna base real en los grandes medios?-, pero además he ofrecido herramientas para desvelar noticias falsas. ¿Cuántos grandes medios publican rumores citando como fuente, sin más, a “fuentes próximas a…” o “fuentes de toda solvencia”, o sin citar siquiera fuente alguna? Incluso ha habido algún medio que se ha atrevido a adivinar lo que piensa alguien, sin explicarnos de dónde sacaba tal cosa: ¿será que tienen a Aramís Fuster o a alguna otra adivinadora como fuente? Si el futuro es ejercer la censura en vez de conseguir que los lectores sean más críticos, entonces no estaremos ganando en verdad ni en libertad, sino en manipulación y servilismo. Tal vez sea esto, precisamente, lo que quieren algunos para evitar que vayan en aumento opciones políticas que no les gustan.

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