Tras la subida del salario mínimo propuesta por PSOE y Podemos para 2019, el siguiente artículo muestra cuánto costará realmente a las empresas dicha subida y de qué manera se disparará el coste de contratación (mostrando los costes ocultos, muy superiores a los 900 euros al mes que supone tal subida), y las consecuencias que tiene una subida del salario mínimo (no acompañada por aumentos de productividad).
Por supuesto, que mucha gente con baja capacidad o reducida experiencia no sea contratada o sea despedida, o que aumente la economía sumergida (con lo que conlleva) no parece importar a nadie, especialmente a los demagogos cuyo objetivo es el rédito electoral con políticas que son aplaudidas pero en absoluto entendidas sus repercusiones.
Por supuesto, que mucha gente con baja capacidad o reducida experiencia no sea contratada o sea despedida, o que aumente la economía sumergida (con lo que conlleva) no parece importar a nadie, especialmente a los demagogos cuyo objetivo es el rédito electoral con políticas que son aplaudidas pero en absoluto entendidas sus repercusiones.
Artículo de Libre Mercado:
PSOE y Podemos pactan subir el SMI | Pixabay/CC/jarmoluk
El Salario Mínimo Interprofesional se ha disparado en los últimos años. En 2007, el SMI era de 570 euros, mientras que en 2019 podría ser de 900 euros si, finalmente, consiguen aprobarlo PSOE, Podemos y el resto de partidos. Pero subirlo de un año para otro 165 euros mensuales puede tener fuerte consecuencias en la creación de empleo. Cabe señalar, que el SMI actual es de 735 euros. Mariano Rajoy ya pactó subirlo a 850 euros para 2020.
El coste para las empresas es altísimo. En primer lugar, el coste bruto no sería de 12.600 euros, que es el resultado de multiplicar los 900 euros por 14 pagas. A esto hay que añadir que el empresario debe hacerse cargo de las cotizaciones sociales que le corresponden, que son el 29,9% del salario bruto anual. En total, 3.767,4 euros extra, pero esto no es todo.
"Dentro del ordenamiento jurídico español, los trabajadores devengan diversos derechos laborales que conllevan un coste monetario para la empresa. Por un lado, y probablemente el más importante, son las vacaciones pagadas: por cada mes trabajado se devenga el derecho a 2,5 días de vacaciones pagadas (esto es, un sobrecoste mensual del 8,3%). Por otro, por cada año trabajado también se devenga el derecho a 33 días de salario en caso de despido improcedente (asumiendo un riesgo de despido improcedente del 20%, se trata de un sobre coste mensual del 1,8%). Siendo enormemente moderados, podemos aproximar el coste de éstos y otros derechos laborales en el 10% del coste laboral", explica el economista Juan Ramón Rallo.
Tomando estos datos, a esos 3.767 euros de cotizaciones sociales, hay que sumarle esos 1.260 euros adicionales. Por lo tanto, un trabajador con un salario mínimo costaría 17.627 euros anuales o, lo que es lo mismo, un coste mensual de 1.469 euros. Esa sería la cifra mínima que cualquier empresa tendría que preparar para contratar a un empleado que cobre el SMI.
Haciendo una retrospectiva temporal, se observa que en el 2016, con el SMI en 655 euros, el coste laboral mensual total era de 1.091 euros. Mientras que con el actual, el coste final es de 1.228 euros. Con la reforma del PSOE y Podemos se incrementaría en 240 euros mensuales el coste laboral para las empresas. Una cifra muy alta en un país con la segunda tasa de desempleo más alta de la Unión Europea y con un contexto económico que apunta a una desaceleración económica durante 2019.
Pero esto no es todo. Tal y como ha explicado Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos, "la subida del SMI a 900€ acarreará la subida del 12,5% de la base mínima del RETA por la que cotizan más de 1.700.000 autónomos. Esto supondrá subir la cotización en 420€/año. O se limita que autónomos que no lleguen al SMI tengan una cuota reducida o muchos pasarán a la economía sumergida", alertaba.
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