jueves, 18 de octubre de 2018

La sanidad privada se siente amenazada por el Gobierno

Alberto Vigario muestra la amenaza de la sanidad privada (de la externalización hacia la gestión privada de la sanidad pública) que implica el acuerdo entre el PSOE y Podemos, en función de uno de sus apartados. 

La ideología, el dogmatismo y el liberticidio de estos políticos es más importante que el servicio de salud de los ciudadanos. De llevarlo adelante a nivel nacional, el servicio se colapsaría, las colas de espera se multiplicarían, múltiples servicios dejarían de ofrecerse, muchísimas personas morirían ante la falta de medios, aumento de cola de espera, y falta de servicio, la calidad del mismo se vendría abajo, los impuestos se multiplicarían para compensar la eliminación de la gestión privada, el público y la deuda se dispararía para sustituirlo, la corrupción del sistema se multiplicaría, incluyendo tratos de favor, los recursos disponibles dejarían de emplearse en lugares donde se emplean hoy al tener que dedicarse al sistema (recortes en educación, dependencia, subvenciones, pensiones en mayor medida...?), lo cual serían mucho más grave al tenerse que endeudar el sector público mucho más y dedicar más recursos al pago de intereses (más impuestos y menos dinero dedicado a otros servicios)...

En definitiva, otra fantástica idea del socialismo que ha supuesto un rotundo fracaso allá donde se ha llevado a cabo. Pero algunos dicen que España no puede ir a peor, de la misma manera que se decía que Venezuela no puede ser Cuba...
Artículo de El Economista: 
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El sector sanitario privado, formado por hospitales y seguros de salud, está aún con el susto en el cuerpo. El reciente acuerdo de presupuestos entre el Gobierno de Sánchez y Podemos incluía por sorpresa un apartado que atacaba directamente todas las fórmulas de colaboración entre la sanidad pública y la privada en nuestro país. En concreto, el documento instaba a "blindar nuestro sistema sanitario contra corrientes privatizadoras" y anunciaba la creación de una comisión para que en el plazo de seis meses "analice la situación y defina las líneas y estrategias para revertirla".
El sector tembló, recordando como por ejemplo en Valencia un acuerdo de este tipo ha tumbado de manera definitiva el llamado modelo Alzira de gestión privada de la sanidad.
Tras el susto, las compañías sanitarias pasaron al ataque. El primero en responder fue la Fundación Idis, el organismo que integra a las 25 mayores compañías del sector. "No existe privatización de centros o servicios, como se dice, y tan solo hay gestión privada de los mismos, acordada y a petición de las autoridades sanitarias de las diferentes CCAA y de diferentes signos políticos", aseguraba.
"Hacer planteamientos radicales como los reflejados en el pacto bilateral entre PSOE y Podemos solo conduce a incrementar el gasto público, poner en peligro el sistema público de salud y a generar insatisfacción y mayores problemas que los ya existentes entre los ciudadanos en términos de salud", destacaban las compañías.
Le siguió en la ronda de comunicados la patronal ASPE, que engloba 600 entidades sanitarias y representa a más del 80% de los centros hospitalarios de nuestro país. Su presidenta Cristina Contel fue tajante: "El acuerdo es un órdago muy peligroso y sin recorrido, so pena de que el sector sanitario público quiera morir de éxito, al quedar colapsado y no disponer de recursos humanos y materiales suficientes para asistir a la población española. Esto último sería muy fácilmente demostrable si el sector sanitario privado, en un acto de irresponsabilidad como lo es el acuerdo propuesto, decidiera suspender su actividad durante unos días".
"Nunca un Gobierno había llegado tan lejos en sus amenazas a este sector", asegura un directivo de la sanidad privada.

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