Patricia Malagón se hace eco de un reciente estudio sobre esfuerzo fiscal y recaudación per cápita en Europa, y que evidencia que mayores impuestos no implican mayor recaudación (y sus motivos) y cómo un mayor esfuerzo fiscal (como el caso de España) lleva en gran medida a una menor recaudación fiscal al reducir la inversión privada, la creación de empleo y el consumo, desincentivando la inversión, e incentivando la fuga de capitales y la economía sumergida.
Pero, tranquilos, España, que ya es de los países del mundo con mayor esfuerzo fiscal de sus ciudadanos, pretende seguir crujiendo a impuestos por múltiples vías a toda la economía.
Pero, tranquilos, España, que ya es de los países del mundo con mayor esfuerzo fiscal de sus ciudadanos, pretende seguir crujiendo a impuestos por múltiples vías a toda la economía.
Artículo de Libre Mercado:
Irlanda | C.Jordá
Arthur Laffer escribió que llegado un punto en que los impuestos son tan altos, los contribuyentes consideran inaceptable cumplir con los tributos y la recaudación se reduce, muchas veces generando economía sumergida. En esa misma teoría se deja entrever que una bajada de impuestos no tiene por qué ir unida a una reducción en la recaudación. Quizá el mejor ejemplo de esto es lo que ha sucedido en el Reino Unido con su Impuesto de Sociedades. De hecho, tras reducir el tipo general del gravamen empresarial del 28% al 19% -que será del 17% el próximo año- la recaudación ha aumentado un 17%.
El nuevo estudio de la Red Floridablanca vuelve a confirmar esta teoría. Este think tank ha estudiado el nivel de recaudación con respecto al esfuerzo fiscal que realizan los contribuyentes. Mide el esfuerzo fiscal y no la presión fiscal porque este primer indicador relaciona la presión fiscal con el PIB per cápita y pone en contexto el verdadero esfuerzo de los contribuyentes.
Por ejemplo, según este estudio, existe una importante brecha entre España y Noruega, que es el país que más recauda en el Viejo Continente. En España, el esfuerzo fiscal se cifra en un 0,14, mientras que el país nórdico soporta un esfuerzo del 0,06, menos de la mitad que España. Además, la renta per cápita noruega es de 67.000 euros, frente a los 25.000 de la española. La recaudación per cápita en Noruega supera los 25.000 euros, mientras que en España se queda por encima de los 7.500.
Por su parte, Portugal y Grecia soportan el mayor esfuerzo fiscal. Los lusos tienen un esfuerzo cifrado del 0,19 y los griegos lo mantienen por encima del 0,25. El resultado es que ambos son los países que menos recaudan de Europa. Ambos se sitúan por encima de los 6.000 euros per cápita.
Irlanda, por el contrario, es el que menos esfuerzo fiscal soporta. Los irlandeses se quedan en el 0,04. Sin embargo, su recaudación supera los 12.500 euros per cápita, consiguiendo recaudar más que Reino Unido, Italia y, por supuesto, más que España y el doble que Portugal y Grecia.
"Un nivel alto de impuestos sólo abarata el coste de defraudar, ya que la evasión fiscal se vuelve más atractiva cuánto más altas son las cuotas a pagar. Desde un punto de vista puramente macroeconómico los impuestos condicionan negativamente la inversión privada, la creación de empleo y el consumo, lo que en última instancia lleva aparejado una menor capacidad recaudatoria.", señala Javier Vidueira de la Red Floridablanca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario