Gloria Alvarez lanza un necesario mensaje a la Mesa de la Unidad en Venezuela

Gloria Álvarez manda un contundente mensaje a la Mesa de la Unidad Democrática, tras la victoria en la Asamblea Nacional alcanzada en Venezuela.

Y es que como bien dice, no se trata de cambiar solo personas, sino las reglas del juego, y más considerando la composición de la MUD (coalición de múltiples partidos de la oposición, de mayoría socialdemócrata y mentalidad socialista con políticas económicas socialistas).

Y es que la MUD no es más que una oposición al chavismo respecto a las formas, pero no en el fondo. La única diferencia en el fondo entre la oposición actual y el régimen chavista es una cuestión de grado, pero no sobre la idea esencial del intervencionismo.

Por tanto, ¿hay convicción y voluntad de cambio (y radical) de las políticas chavistas o se trata de una continuidad general de las mismas, pero con otras caras?

Habrá realmente una defensa por restituir principios libertarios que han sido destruidos por las políticas profundamente antiliberales del socialismo del siglo XXI. ¿Habrá una defensa y restitución de los derechos de libertad individual, para que sea reconocida y respetada, para que los derechos de propiedad sean restablecidos, para que los controles inmorales sean abolidos, para que las instituciones sean saneadas y el valor de la moneda estabilizado y liberalizado, entre otras muchas medidas necesarias en favor de la libertad? Esa es la verdadera cuestión, si se quiere ver realmente un cambio en la dirección adecuada.

En esta dirección, Gloria manda 5 mensajes importantes sobre Venezuela que explica:


-Maduro sí que es Chávez

-La Asamblea Nacional es más importante que el Legislativo

-¿Viraje económico de la MUD?

-Continuarán apoyando el socialismo del siglo XXI?

-Dos libros básicos para leer: Economía en una lección (de Henry Hazlitt) y Un juego que no suma cero (de Manuel Ayau).

Dos libros por cierto, absolutamente recomendables y de imprescindible lectura para todo el mundo para entender muchos errores y falacias instaladas en el pensamiento y actuación de la sociedad y sus dirigentes.