El Libre Pensador analiza el profundo sistema paternalista, existente en España (que lejos de cambiar ante las quejas, sigue aumentando) y sus consecuencias.
Artículo de EsDiario:
A lo largo de la historia, España siempre ha tenido sistemas profundamente paternalistas, empezando por la época romana, pasando por las monarquías absolutas y más recientemente el franquismo. Todos esos sistemas, tenían un componente tremendamente paternalista; todo era regulado por nuestro amado papá Estado el cual sigue siendo la gran columna vertebral de este país.
La crisis nos ofreció una gran oportunidad, que como de costumbre desaprovechamos los españoles. Lejos de erradicar el fracasado, obsoleto y ruinoso sistema que nos llevo a la quiebra, los españoles decidieron apuntalarlo a base de mayor gasto, mayores impuestos y más papá Estado. Ahora muchos se quejan por la alta tasa de desempleo de nuestro país, por la cantidad de contratos temporales, por los bajos salarios, temen por su pensión, etc. Los españoles no conciben la idea de tener mayor responsabilidad sobre sus vidas, por ello como buenos vasallos, siempre buscaran a su cacique particular, para, luego, echarle la culpa de sus desgracias.
Los vasallos quieren que papá Estado les "proteja" fijando una indemnización por despido descomunal, aunque ello signifique que no volverá a encontrar trabajo nunca. Quieren que papá Estado les gestione su pensión basada en la burda chorrada de "la justica social", aunque luego reciban una miseria. Quieren que papá Estado, les obligue a determinar qué porcentaje de su sueldo, debe ir a las arcas públicas para poder obtener una compensación por desempleo. Quieren que papá Estado fije por Ley el SMI, aunque ello reduzca la contratación. Quieren que papá Estado fije a las empresas, unas cotizaciones a la seguridad social del 23% de media, aunque ello implique cobrar un sueldo menor.
Pero los listos somos nosotros, y no los estúpidos esclavizados daneses, holandeses, austriacos, suecos, etc. Mientras Dinamarca es el quinto país del mundo con la legislación laboral más flexible del mundo, España ocupa el puesto 125, por detrás de países con un alto nivel competitivo y productivo como Nicaragua. Mientras en Dinamarca no existe un SMI fijado por el Estado, ni existe indemnización por despido y las cotizaciones a la Seguridad Social por parte del empresario, son de media del 0'8%, los españoles disfrutan de "su protección laboral’’ y su tasa de paro media del 17’2%.
Por ello es razonable, ver como los "nuevos partidos", en realidad son igual que los partidos tradicionales o incluso peores. Por un lado la franquicia chavista en España, que propone y defiende el fracasado sistema colectivista. Sólo en una mente muy limitada, puede caber la idea de que personajes de una talla intelectual al alcance de muy pocos, como Pablo Iglesias, Ada Colau, El Kichi, Monedero o Cañamero, van a solucionar los problemas estructurales de España, con recetas caducadas hace décadas. Por otro lado Ciudadanos, liderados por el tibio Albert Rivera, que, lejos de imitar las políticas de sus compañeros del Grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa, que gobiernan en Dinamarca, Finlandia u Holanda, renunció raudo y veloz, a todas aquellas medidas liberales que causaban cierto temor a los vasallos.
En definitiva, los españoles seguirán haciendo lo que más aman: criticar, sin proponer ninguna solución. Idolatrarán a papá Estado, a la vez que lo culpan de su miseria, pero no cesarán en embestir una y otra vez, la muleta con la que son citados por los caciques.
Como dijo Antonio Machado: "En España, de cada diez cabezas, nueve embisten y una piensa".
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