jueves, 15 de octubre de 2015

El exceso de suministro de petróleo se alarga

Daniel Lacalle analiza la situación actual del petróleo y de su sector. 

Artículo de El Confidencial: 
Foto: Foto: iStockphoto.
“Ah… elegantly wasted” Michael Hutchence
Nosotros ya lo sabíamos. Los que apostaban por un equilibrio del mercado del petróleo en la segunda mitad de 2015 lo hacían con estimaciones injustificadas de demanda global y esperanzas de teoría conspiratoria en cuanto al suministro.
Los agoreros siguen rascándose la cabeza al leer que la OPEP alcanzaba un récord de producción de 31,72 millones de barriles al día e Irak, ese país que algún desorientado decía que jamás recuperaría la producción de la era de Saddam Hussein, alcanzaba un máximo histórico de 4,3 millones de barriles al día.
Los inventarios de petróleo almacenados en los países desarrollados aumentaron en agosto al doble de lo normal en ese mes, y se acercan a 204 millones de barriles por encima de la media histórica.
Mientras, los costes de producción siguen bajando y la media de coste de producción se ha reducido -atención al dato- un 34% desde 2013. Había mucha, muchísima complacencia en el sector de servicios petroleros, y la inflación de costes, igual que se genera, se pincha. Hoy una plataforma de perforación de última generación se alquila a menos de la mitad que hace año y medio.
Esta reducción de costes hace que la IEA estime que en 2016 la producción de EEUU se mantenga en 12,56 millones de barriles al día y que la producción no-OPEP vuelva a superar las previsiones, liderada por Rusia, Brasil y Canadá.
En resumen, no solo aumenta la capacidad excedentaria, según la IEA, sino que la 'llamada a la OPEP' ('call on OPEC'), es decir, la cantidad de barriles de la OPEP necesarios para equilibrar el mercado, vuelva a bajar de los 30 millones de barriles al día.
Por supuesto, la IEA alerta de que la demanda no crece como se esperaba tras un año, 2015, en que ha aumentado por encima de lo esperado por el 'efecto precio'… Y es que la eficiencia, la sustitución y la triple B (bajos tipos, baja inflación, bajo crecimiento) retiran de las estimaciones de crecimiento de consumo petrolífero global alrededor de 1,3-2 millones de barriles al día.
La IEA estima que el mercado de petróleo, a pesar de la ligera reducción de suministro de EEUU, se mantendrá en exceso de suministro también en 2016.
Arabia Saudí está sobreviviendo a un 20% de déficit fiscal sin pestañear gracias a sus enormes reservas acumuladas en los tiempos de bonanza. Solo sufren los que pensaron que la lotería de la década inflacionista era eterna. Los países que se acostumbraron a la renta petrolera de burbuja para hacer sus economías más dependientes y menos diversificadas.
La pregunta es: ¿quién invierte a estos precios?
La respuesta la tienen las grandes empresas de servicios. Decía el consejero delegado de Halliburton que “la historia no se repite, pero rima”. Las reducciones de precios de los suministradores ya permean a toda la curva de costes, y hasta Canadá ha bajado el precio de equilibrio en 15 dólares el barril.
Muchas inversiones se van a recuperar en cuanto se revisen los presupuestos de las petroleras, en noviembre. Las grandes beneficiarias son las petroleras nacionales, que aprovechan la reducción de costes para avanzar en su desarrollo. Y todo esto antes de que Irán se lance a recuperar su producción potencial, que puede añadir otro millón de barriles al día de suministro a corto plazo.
¿Quién sobrevive? Lo decía Rex Tillerson hace muchos años. No hay un problema de recursos ni de suministro, sino de facilidad para invertir. Este entorno lo va a facilitar enormemente.
La OPEP ya sabe que recortar producción es imprudente e ineficiente. En el momento en que lo hagan, los 4.000 pozos perforados y pendientes de completar de EEUU se pondrán en marcha. No solo harían daño a su objetivo de ser el “suministrador fiable, barato y eficiente”, sino que en dos meses teníamos 600.000 barriles al día cortesía de EEUU.
Las renovables, el coche eléctrico, el vehículo de gas natural, el 'fracking' y la eficiencia son factores que hacen que el petróleo sufra a medio plazo. Pero el futuro es muy positivo para todos aquellos que no apuesten a que el precio suba y que hagan lo que los grandes siempre hicieron. Mejorar la rentabilidad sobre el capital empleado gestionando los costes y mejorando productividad, no rezando para que la OPEP intente subir los precios.

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