miércoles, 28 de octubre de 2015

La Fed no puede aumentar los tipos, pero debe simular que lo hará

Thorsten Polleit analiza la política de la FED y por qué ésta no puede aumentar tipos, pero debe constantemente insinuar que lo hará en el futuro cercano.

Artículo de Mises Hispano:
Esperando a Godot es una obra teatral del novelista irlandés Samuel B. Beckett a finales de la década de 1940, en la que dos personajes, Vladimir y estragón esperan eternamente y en vano la llegada de alguien llamado Godot. La historia muestra ciertas semejanzas con las expresiones de la Reserva Federal acerca del aumento de tipos de interés.
Desde la primavera de 2013, la Fed ha empezado a jugar con la idea de aumentar los tipos, que había suprimido hasta básicamente un 0% en diciembre de 2008. Sin embargo hasta ahora no ha realizado ninguna acción. Tras una inspección más detallada, la razón es evidente. Con su política de tipos extremadamente bajos de interés, la Fed está alimentando una expansión económica artificial e inflando los pecios de los activos.
Tipos de Interés preferentes de EEUU en porcentaje
Selected US Interest Rates in PercentFuente: Thomson Financial
Aumentar los tipos a corto plazo sería retirar el bol de ponche en medio de la fiesta. Al aumentar los tipos, no pueden sostenerse la producción de la economía ni la estructura del empleo. Tampoco podrían los bonos inflados, los valores y los precios de la vivienda. Si la economía se ralentiza, no digamos si cae en la recesión, la quimera del dinero fiduciario de la Fed tendría graves problemas.
Esta es la razón por la que a la Fed le gustaría mantener los tipos a los niveles nulos actuales. Permanece sin embargo un delicado obstáculo para esa política: si ahorradores e inversores esperan que los tipos de interés se mantengan eternamente hundidos, posiblemente den la espalda al mercado del crédito. El consiguiente declive en la oferta de crédito crearía problemas a sistema de moneda fiduciaria.
Para impedir que ocurra esto, la Fed debe lograr dos cosas. Primero, tiene que mantener la expectativa en los mercados financieros de que los actuales tipos bajos de interés aumentarán de nuevo en algún momento del futuro. Si ahorradores e inversores se creen esta historia, mantendrán sus depósitos bancarios, fondos de mercado financiero, bonos y otros productos de renta fija a pesar de sus minúsculas rentabilidades.
Segundo, la Fed debe conseguir continuar posponiendo los aumentos en los tipos en el futuro sin quitar a la gente la expectativa de que los tipos aumentarán en algún momento. Tiene que enviar el mensaje de que los tipos aumentarán, por ejemplo, en la siguiente reunión del Comité de Mercados Abiertos. Pero, al ir acercándose la reunión, la Fed tendría que repetir este truco, retrasando el posible día del aumento de tipos para más adelante.
Si a la Fed le va bien con esta estrategia de “Esperando a Godot”, los ahorros seguirán entrando en los mercados del crédito. Los tomadores de préstamos pueden refinanciar su deuda vencida con nuevos préstamos y asimismo aumentar el total de dichos préstamos a tipos nulos de interés. La carga de la deuda de la economía puede continuar creciendo, retrasando el día del juicio otra vez.
Sin embargo, está el famoso dicho: “Puedes engañar a todos durante algún tiempo y a algunos durante todo el tiempo, pero no puedes engañar a todos todo el tiempo”. ¿Qué pasaría si los inversores acabaran dándose cuenta de que la Fed no devolverá los intereses a la “normalidad”, sino que los mantendrá básicamente a cero o incluso los llevará al territorio negativo?
Si se pusiera en marcha una estampida del mercado del crédito, correspondería a la Fed llenar el hueco de financiación de los deudores para prevenir el colapso del sistema fiduciario. El banco central tendría que monetizar la deuda pendiente y recién originada a una gran escala, impulsando a la baja el poder adquisitivo del dólar de EEUU (y con él, muchas otras divisas fiduciarias en todo el mundo).
La estrategia de “Esperando a Godot” no excluye que la Fed pueda, en algún momento, impulsar los costes de los préstamos a corto plazo. Sin embargo, cualquier acción sobre los tipos debería ser menor y en general efímera (como son en Japón) y no devolvería los tipos de interés a la “normalidad”. La lógica subyacente del sistema de dinero fiduciario simplemente no lo admitiría.
Tipos de Interés preferentes de Japón en porcentaje

Selected Japanese Interest Rates in Percent Fuente: Thomson Financial

La Fed (y básicamente todos los bancos centrales del mundo) es improbable que acepte la deflación liquidando la deuda, lo que derribaría las estructuras económicas y políticas creadas a partir de esta. Eludir una inminente recesión-depresión con más dinero fiduciario creado a partir del crédito y tipos de interés extremadamente bajos, quizá incluso negativos, es lo que puede esperarse que hagan.
Murray N. Rothbard lo dijo sucintamente: “Podemos esperar (…) no precisamente una depresión del tipo de la de 1929, sino una depresión inflacionista de proporciones masivas”.

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