Una muestra
más de la estupidez humana, aunque la finalidad política es manifiesta, sabiendo que es del todo absurdo buscarle un significado no
religioso a un acto meramente religioso y que solo tiene sentido bajo dicha
esfera.
La finalidad
por tanto de la medida (que también se ha adoptado en distintos lugares con el “bautismo
civil”) son dos. En primer lugar, el recaudatorio (82€ será
el coste). Poder absorber más rentas de la sociedad civil para ser gestionadas
por el político nutriendo crecientemente el tamaño del Estado. En segundo
lugar, y de mucha mayor importancia, es la de desplazar toda función o labor
realizada por la sociedad civil para que sea absorbida y llevada a cabo por el Estado
(esto es lo que viene ocurriendo con el paso del tiempo en muy diversas áreas).
En este caso, apartar y reducir aún más la función eclesiástica con la
finalidad de reducirla o eliminarla con el paso del tiempo (también es una
buena muestra de esto la persecución que se hace -incuso “demonización”, nunca
mejor dicho- por parte de los estatistas de toda caridad privada, exigiendo que
ésta debe ser provista por parte del Estado, lo que ataca otra
línea de flotación de instituciones privadas o civiles, como la propia Iglesia -la caridad, solo
que en este caso es voluntaria, no impuesta-).
Por tanto, la
absorción de tradiciones ajenas al Estado por parte del Estado es la estrategia
adoptada para facilitar y obtener una creciente “cuota” y estatalizar toda la vida del ciudadano (cuyo soporte ideológico va en aumento mediante la herramienta de la educación en manos del Estado y la enorme
regulación y planificación de contenidos en la que no está propiamente en sus
manos). Esta estatalización de la sociedad le sirve como estrategia para combatir tradiciones centenarias vinculadas o que dan apoyo a instituciones no estatales (en este caso religiosas) que sirven como contrapeso o salida del adoctrinamiento estatal, pero cuya eliminación directa llevaría a un gran
rechazo contraproducente para sus intereses.
Pues la
religión es otro enemigo histórico del Estado, ha sido siempre un rival ideológico y de control de las masas, que en su día, especialmente en el medievo, llegó a cumplir una
importante función de contrapeso a la intención del poder absoluto o ilimitado por parte de
los antiguos reyes, como también ejercían otras figuras).
Y es que la religión, como también la familia son instituciones de gran influencia que pueden variar o ejercer resistencia o influencia contraria a los intereses del Estado en las mentes de las personas. De ahí, la necesidad histórica de combatir ambas instituciones (familia y fe religiosa, que tan bien registrado y evidenciado está en el comunismo soviético) para eliminar toda resistencia al régimen y extender así la fe y la sumisión ciega al partido del poder acaparando todas las ramas de la sociedad.
Y es que la religión, como también la familia son instituciones de gran influencia que pueden variar o ejercer resistencia o influencia contraria a los intereses del Estado en las mentes de las personas. De ahí, la necesidad histórica de combatir ambas instituciones (familia y fe religiosa, que tan bien registrado y evidenciado está en el comunismo soviético) para eliminar toda resistencia al régimen y extender así la fe y la sumisión ciega al partido del poder acaparando todas las ramas de la sociedad.
El socialismo
bebió en sus orígenes del cristianismo (en múltiples sentidos, también en partes de su
mensaje, solo que la diferencia fundamental era que uno prometía el cielo o vida
plena después de la vida y el otro en la Tierra). En consecuencia, el Estado también pretende el
monopolio de la fe, solo que cambiando un Dios por otro, el Estado, pues sabe
la importancia de la fe en el adoctrinamiento y sumisión de las personas hacia
su causa, y que ante el sentimiento o fe, de nada vale la razón, lo que le dota
de una fuerza y base enorme ante cualquier crítica (el propio Marx fue muy consciente de ello).
La novedad será ahora la celebración de las "comuniones civiles", que han sido promovidas en Rincón de la Victoria (Málaga, Andalucía), por el partido del gobierno (Podemos, pero con el apoyo de sus socios en el poder, pues gobierna en cuatripartito con PSOE, IU y PA).
Y la respuesta no se ha hecho esperar. La primera, una mujer que exige que su hija quiere una comunión, porque "tiene derecho a una fiesta y a vestirse de princesa"...
La novedad será ahora la celebración de las "comuniones civiles", que han sido promovidas en Rincón de la Victoria (Málaga, Andalucía), por el partido del gobierno (Podemos, pero con el apoyo de sus socios en el poder, pues gobierna en cuatripartito con PSOE, IU y PA).
Y la respuesta no se ha hecho esperar. La primera, una mujer que exige que su hija quiere una comunión, porque "tiene derecho a una fiesta y a vestirse de princesa"...
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